Ximo Puig se comprometió ayer con representantes del sector citrícola valenciano a defender al máximo los intereses del mismo ante las instituciones europeas y exigir un trato preferente para la producción propia, cuando crece la inquietud por las consecuencias derivadas del acuerdo de liberalización comercial entre la UE y el Mercosur, que probablemente incrementará la presencia de cítricos importados a precios baratos y causará nuevos perjuicios a los agricultores de la Comunitat Valenciana.
El presidente de la Generalitat viaja mañana a Bruselas, donde se entrevistará con el nuevo presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, y el jueves con la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström. El motivo inmediato es conocer el alcance del acuerdo con Mercosur y en qué puede perjudicar directamente a las producciones agrícolas valencianas (sobre todo de cítricos y otras frutas, arroz, miel…), puesto que hasta ahora todavía no se ha dado a conocer el texto definitivo. Antes de acudir a Bruselas, el president quería conocer de primera mano la opinión de los interesados, con cuyos representantes se reunió ayer tarde.
A falta de analizarse la ‘letra pequeña’, por el tono del acuerdo, la satisfacción mostrada desde los países de Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, de momento) y la aceptada resignación del lado europeo, son de temerse consecuencias muy negativas. Carlos Peris (Unió de Llauradors), Cirilo Arnandis (cooperativas), Cristóbal Aguado (AVA-Asaja) y Manuel Arrufat e Inmaculada Sanfelíu (Comité de Gestión) hicieron ver al president Puig la gravedad de la situación y el peligro de que amplios sectores del campo valenciano queden definitivamente fuera de juego. Aguado explicó tras la reunión que «si no se adoptan decisiones importantes, esto puede ser la puntilla definitiva», por lo que «hemos pedido al president que exija en Bruselas que se traten las importaciones como nos exigen a nosotros para exportar, con transportes en frío y férreas inspecciones, y, al mismo tiempo, que se prepare un gran plan con dinero público para orientar fuertes reconversiones y situar lo problemático en posiciones de competitividad frente al continuado proceso de globalización».
Fuente y foto: Las Provincias