El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha asistido en Almería a la inauguración de las nuevas instalaciones de la certificadora agroalimentaria Sohiscert para conocer de primera mano el trabajo que desempeñan empresas como ésta. El consejero ha recordado la importante labor que realizan, ya que son «garantes ante los consumidores nacionales e internacionales de la forma en la que se produce y trabaja en Andalucía y en eso no se pueden escatimar esfuerzos».
Durante su intervención, ha reiterado que «el prestigio y la reputación son un valioso activo que cuesta mucho construir, pero todo el esfuerzo puede ser en vano si no mantenemos el nivel de exigencia. En el rigor y buen hacer nos vais a encontrar siempre a vuestro lado porque es la mejor defensa de nuestro sector», ha asegurado Sánchez Haro. Para el titular andaluz de Agricultura, las certificaciones de calidad permiten a nuestras producciones posicionarse en los mercados de forma diferenciada, frente a otros competidores, dando valor añadido a toda la cadena desde la producción hasta la comercialización».
A continuación, el consejero ha hecho referencia a los principales campos en los que trabajan estas empresas, como son la certificación de producción ecológica, denominaciones de origen, producción integrada y pliegos de calidad europeos.
En cuanto a la producción ecológica ha recordado que se trata de un sector en el que Andalucía es líder en Europa, con casi un millón de hectáreas, más de 14.400 operadores en toda Andalucía y un valor de producción de unos 700 millones de euros. «Todo esto ha sido posible gracias al trabajo que, por una parte, realizan todos los operadores (agricultores, ganaderos, industriales y comercializadores) y, por otra, al que realizan las certificadoras y la Administración», ha manifestado Rodrigo Sánchez Haro.
El consejero ha destacado también los «nuevos retos ante los que tenemos que trabajar de forma conjunta, como son el uso creciente de las innovaciones tecnológicas en la producción y la industrialización de los productos agrarios; la introducción de nuevos cultivos y variedades; y el incremento de exigencias por parte de los consumidores, cada vez más sensibilizados hacia los problemas medioambientales, la seguridad alimentaria y la calidad de los productos». Desde la Consejería que dirige, ha añadido, «estaremos atentos a lo que el sector agroalimentario y los consumidores demanden, para dar la mejor y más adecuada respuesta».