Lidl ha puesto en marcha un nuevo concepto de tienda en Bélgica. Se trata de un modelo que incluye una decoración más cálida y un layout completamente nuevo. Esta novedad consiste en un proyecto piloto cuyo roll out será decidido por la compañía en función de los resultados en clientes y trabajadores.
El diseño del establecimiento, con 1.500 metros cuadrados de superficie y situado en la ciudad de Lokeren, invita al consumidor a descubrir distintos mundos de la gastronomía y modifica la ruta tradicional de compras para hacer más eficiente la visita del cliente.
“Hemos notado que en los últimos años los clientes tienen más prisa a la hora de hacer sus compras y no siempre tienen ganas de dedicar mucho tiempo a los alimentos. No obstante, les gusta comer productos frescos y saludables”, afirma la directora de Comunicación Corporativa de Lidl en Bélgica y Luxemburgo, Isabelle Colbrandt.
“Con este nuevo concepto piloto queremos hacer que la compra sea más eficiente y agradable, pero sobre todo inspirar a nuestros clientes”, añade.
Así, justo después de la entrada a la tienda, los visitantes entran en el ‘mundo de la comida’, donde pueden encontrar rápidamente todo lo que necesitan para una cena o almuerzo fresco, donde Lidl ofrece verduras y frutas, carnes frescas, aves y productos vegetarianos y veganos.
En esta sección se incluye un córner denominado ‘De Keuken van Lidl’ (‘La Cocina de Lidl’, en neerlandés), con el objetivo de inspirar recetas a los clientes, al tiempo que se ha habilitado otro espacio con un exprimidor de naranjas frescas y un refrigerador con ensaladas sencillas, comidas ultra frescas y batidos.
Todos los alimentos congelados y los artículos de no alimentación se encuentran en la parte trasera del establecimiento, cerca de las cajas, que incluyen seis mostradores de autoescaneo para el pago rápido de una cantidad limitada de artículos.
Mobiliario más cálido
A este nuevo layout se suma una decoración renovada, con un mobiliario comercial de madera que proporciona una atmósfera más cálida y luminosa. Además, este concepto está alineado con el objetivo de la cadena de reducir el desperdicio de alimentos y de plástico un 50% y un 20% en 2025, respectivamente, tal y como señala el retailer.
“Por el momento, no hay planes para expandir aún más este concepto a otras tiendas. Queremos probarlo primero y medir las experiencias de los clientes y empleados”, señala Isabelle Colbrandt.