Ante los continuos problemas en las cadenas de suministro que están afectando a la logística del sector retail y de gran consumo, Lidl ha decidido tomar cartas en el asunto y registrar su propia compañía para el transporte de contenedores.
Tailwind Shipping Lines, como se llama el nuevo operador, le permitirá asumir una parte importante de sus operaciones de transporte que actualmente gestiona a través de diferentes navieras.
El objetivo es poder gestionar el creciente volumen de la producción de todas sus instalaciones de una manera más flexible a largo plazo. Aunque en un primer momento se planteó invertir en una naviera ya existente, finalmente se decidió a crear su propio negocio y comprar sus propios portacontenedores.
Según el registro, el objeto de la nueva empresa incluiría el transporte de mercancías y el transporte marítimo, pero también el transporte aéreo, así como los servicios de handling para importación y exportación.
Lidl sigue así los pasos de Amazon, Ikea o Walmart, que en los últimos tiempos habían fletado buques para poder mover sus cargas desde Asia.