Lidl compra ya el 14% de toda la producción hortofrutícola española
Las aceitunas o las naranjas que se producen en la huerta española se venden también en otros 29 países.
Comparte
Lidl compró producto español por valor de 4.300 millones de euros el pasado año 2018 y exportó el 55% a sus 10.800 tiendas en 30 países, según se desprende del “Informe de impacto corporativo 2018 de Lidl en España”, elaborado por la consultora PwC, que destaca que desde su llegada a España en 1994, la cadena ha invertido más de 40.000 millones de euros en producto nacional.
Y es que, tal y como recoge este trabajo, el impacto de Lidl en la economía española se explica, principalmente, por su apuesta por el producto nacional y por la actividad directa, indirecta e inducida que generan sus compras en España. De este modo, la compañía es, desde hace años, uno de los principales socios de la industria agroalimentaria española y una de sus principales plataformas de exportación, contribuyendo al desarrollo económico de uno de los sectores más importantes.
De hecho, el pasado ejercicio las exportaciones de Lidl crecieron un 7%, 17 veces más que el incremento medio de las exportaciones del sector (0,4%). Gracias a ello, la cadena de supermercados fue una de las empresas que más contribuyó a reducir la balanza comercial negativa del país, con un 6,4% sobre el total (36.400 millones de euros).
Especialmente significativa es su contribución al desarrollo del campo español, donde concentra la mitad de sus compras. En 2018 compró producto hortofrutícola por valor de más de 2.000 millones de euros, consolidándose como el cliente nº1 de la huerta española, y exportando el 84%.
A día de hoy, la cadena ya compra el 14% de toda la producción hortofrutícola española y concentra el 13% de toda la exportación. Gracias a Lidl, los tomates, las aceitunas o las naranjas que se producen en nuestra huerta se venden también en otros 29 países. Además de las compras de producto, la compañía también realiza importantes gastos e inversiones en bienes y servicios. En total, en 2018 el gasto total de Lidl en proveedores españoles ascendió a los 5.000 millones de euros, un 25% más en solo dos años.
Dinamizador del empleo
Lidl es también una de las empresas que más contribuyen a dinamizar el mercado laboral. En los últimos cuatro años ha incrementado su plantilla un 40%, consolidando 4.000 nuevos puestos de trabajo hasta superar los 14.000. El 50% de las contrataciones en 2018 fue a jóvenes menores de 30 años, el colectivo con mayor tasa de desempleo.
Pero su aportación al mercado laboral no solo se refleja en su capacidad para crear empleo directo, sino sobre todo en el empleo indirecto e inducido que genera su actividad en España. Por cada puesto de trabajo directo que crea, genera otros 7 adicionales al país. De este modo, en 2018 Lidl fue responsable de más de 113.000 puestos de trabajo o lo que es lo mismo, uno de cada 171 empleos existentes en España ya están vinculados a su actividad. Además, la cadena ya genera el 0,59% de todo el empleo del país y su impacto se extiende por todas las zonas de España. En Andalucía, por ejemplo, es responsable de más de 24.000 puestos de trabajo.
En su apuesta por el empleo de calidad y la estabilidad laboral, el 94% de la plantilla cuenta con contrato indefinido, lo que supone nueve puntos más que la media del sector y 21 más que la media nacional. En su compromiso con la igualdad, en Lidl no existe brecha salarial, garantizando así que mujeres y hombres cobran lo mismo por las mismas responsabilidades, independientemente de su género.
Contribución al PIB
De este modo, con 580 tiendas y una plantilla de más de 14.000 empleados, tras 25 años de presencia en el mercado español, Lidl se ha convertido en una de las empresas que más contribuyen al desarrollo de la economía nacional, gracias al impacto directo, indirecto e inducido que genera su actividad.
Para Jordi Esteve, socio de PwC, “desde nuestra experiencia en el análisis del impacto de las empresas en la economía, el caso de Lidl es un ‘rara avis’ dentro del sector de la distribución, que se caracteriza por el impacto directo de las compañías. A su importante aportación directa a la economía y a la dinamización del mercado laboral, hay que sumarle el muy relevante impacto indirecto e inducido que genera su actividad, con un efecto multiplicador de 16 en su aportación al PIB y de siete sobre el empleo”.
Según este informe, en 2018 Lidl aportó 5.500 millones de euros al PIB español, un 21% más en solo dos años, gracias a su actividad directa, indirecta e inducida en este país. Una cifra que, en proporción a su cuota de mercado, le sitúa por encima de otros grandes operadores de su sector y que ya supone el 0,5% de todo el PIB español.
La actividad de Lidl en España tiene un efecto multiplicador de 16. Por cada euro de beneficio que obtiene, genera 16 euros adicionales a las arcas del país. Su huella económica se extiende por todas las provincias y en algunas de ellas, como Almería o Murcia, ya es responsable de cerca del 3% y del 2% de todo el PIB, respectivamente. Desde que llegó a España, la cadena de supermercados ha aportado más de 62.000 millones de euros al PIB español.
Fuente: Financial Food