Según constata la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), las copiosas lluvias que vienen descargando desde el pasado sábado en la gran mayoría de comarcas han supuesto un alivio para los frutales, especialmente los cítricos y el caqui, porque contribuirán a mejorar los calibres en la presente campaña, limpiar el arbolado y reducir la presencia de plagas y enfermedades. Asimismo, la persistencia de las precipitaciones permite a los propietarios de explotaciones de regadío lograr ahorros en costes energéticos al dejar de efectuar riegos en un momento de la temporada donde los árboles demandan mucha agua para desarrollar los frutos.
Igualmente, AVA-ASAJA destaca las ventajas que comporta este temporal para otros cultivos como las almendras, que afrontan en las próximas semanas la práctica totalidad de la recolección, o el olivar, cuya recogida será posterior y donde las lluvias aportarán más tamaño a las aceitunas.
Las preocupaciones de los agricultores, sin embargo, se concentran en el arroz y la uva. Por un lado, los arroceros miran el cielo con inquietud porque si continuara lloviendo durante muchos días el nivel del agua podría alcanzar la parte superior de las espigas y provocar la germinación anticipada del arroz, con lo que esa cosecha se echaría a perder. De momento la gota fría ya está provocando importantes retrasos en la siega del marjal de Pego-Oliva, donde la variedad Bomba ya se estaba recogiendo porque se encuentra en el momento óptimo de madurez.
Los viticultores valencianos, por otro lado, también observan las lluvias como una amenaza para la inminente vendimia. En la actual fase vegetativa del cultivo, las condiciones climáticas que requiere la uva para ganar azúcar y conseguir el grado alcohólico deseado no son precisamente las lluvias y la humedad, sino más bien el sol. Además, el sector vitivinícola teme que este tiempo pueda retrasar las labores de la vendimia, las cuales ya llegaban con unos 15 días de retraso respecto a la temporada pasada.
Los daños en los cultivos y las infraestructuras agrarias son bastante aislados y localizados en lo que llevamos de gota fría. AVA-ASAJA subraya en este sentido los efectos que tuvo una ciclogénesis ayer domingo en algo más de 40 hectáreas de cítricos, caquis y hortalizas del término municipal de Xàtiva. El viento huracanado provocó daños considerables por rameado en los frutos, pérdidas de cosecha en campos de acelgas y ajo, así como parcelas anegadas de agua.
Fuente: Castellón Información