La organización considera imprescindible replantearse el destino de los fondos recaudados a medidas que contribuyan en mayor medida a ese objetivo.
Unión de Uniones es crítica con la ausencia de las interprofesionales en uno de los períodos más graves que está atravesando el sector agrario y en el que los productores, como eslabón más débil, son los que están siendo más perjudicados.
En la actualidad hay 11 organizaciones interprofesionales que recaudan casi 31 millones de euros que suman las cuotas pagadas a las interprofesionales, la aportación de agricultores y ganaderos representa la mitad, más de 15 millones de euros al año “y nos estamos preguntando para qué están sirviendo”. Aproximadamente un 80% de este volumen se destina a campañas de promoción y alrededor de un 10% para financiar la propia actividad de las interprofesionales.
Con el reconocimiento de desequilibrio grave del mercado que supone la publicación hoy en el Diario Oficial de la UE del Reglamento 2022/467, las interprofesionales podrían, en el marco del Reglamento 1308/2013 de la OCM, ver ampliado su campo de acción para adoptar acuerdos que ayuden a estabilizarlos. Por eso Unión de Uniones reclama una posición proactiva y responsable de estas entidades, que se atribuyen un papel vertebrador de los sectores. “Si además de dedicarse a decidir a qué agencias le adjudican las campañas de publicidad, estuvieran a lo que tienen que estar, andarían pensando en cuál podría ser su papel en estas circunstancias tan especiales y a qué medidas más útiles podrían dedicar el dinero… y si no, que lo no cobren” opinan desde la organización.
Unión de Uniones considera que el problema está en el actual modelo de interprofesionales, constituida por la connivencia de la parte transformadora e industrial con tres organizaciones agrarias, ASAJA, UPA y COAG que, sin haber acreditado contar con el respaldo de la producción tal y como exige la reglamentación comunitaria, se han repartido la representación del sector para funcionar y decidir en su nombre.
Unión de Uniones pide al Ministerio de Agricultura, que revise el actual modelo de interprofesionales para ampliar su composición a otros eslabones de la cadena como la distribución y que, como garante de su adecuado funcionamiento, exija a las organizaciones agrarias que certifiquen con las firmas de los agricultores y ganaderos la legitimidad para tomar acuerdos en su nombre “cosa que no hacen desde que se constituyeron, algunas de ellas, hace más de una década”.