Investigaciones universitarias mejorarán marcas Las Caderechas y D.O Arlanza
La Universidad de Burgos ayudará a mejorar la producción de vino D.O. Arlanza y de cerezas y manzanas reinetas de la marca de garantía Las Caderechas, ofreciendo técnicas para mejorar la eficiencia de las explotaciones y la calidad de los productos, a través de investigaciones realizadas por sus alumnos.
Los estudiantes de Ingeniería Agroalimentaria y Medio Rural serán los encargados de realizar estudios e investigaciones, de carácter innovador y con el objetivo de orientar las producciones.
Se trata de ofrecer nuevas técnicas que mejoren la calidad de los productos y hagan más eficientes las explotaciones, al mismo tiempo que se ofrece una experiencia práctica a los alumnos.
Así lo ha explicado el rector de la Universidad de Burgos (UBU), Manuel Pérez Mateos, en la firma de sendos convenios con el Consejo Regulador de la D.O. Arlanza y la Asociación de Productores de ‘Las Caderechas’.
La colaboración se materializará en estudios sobre la adecuación del suelo para viñedos y frutales de manzana reineta y cereza, o el mantenimiento de la cubierta vegetal.
Igualmente, se investigará sobre labores de poda, aplicación de fitosanitarios y fertilizantes, tratamiento de plagas, semillas, esquejes o injertos o recogida de frutales y uva.
Los trabajos de los alumnos abarcarán también estudios sobre la calidad del producto, y la colaboración se completará con talleres, jornadas o conferencias formativas y divulgativas.
De este modo, la Universidad de Burgos contribuye al crecimiento de dos marcas de calidad, la D.O. Arlanza y Las Caderechas, al mismo tiempo que amplía la formación de sus alumnos.
Las investigaciones se llevarán a cabo en las instalaciones de la Escuela Politécnica Superior, en sus laboratorios, su invernadero y su huerto ecológico, ha explicado Pérez Mateos.
Además, se contará con los frutales y viñas que se han plantando durante el último curso académico, y sobre los que se realizarán las experimentaciones.
Desde la Universidad de Burgos recuerdan la necesidad de adaptar la formación académica a las necesidades de la industria y, en este caso, a las del sector agroalimentario.
Las empresas demandan ingenieros «capaces de hacer frente a los desafíos de los mercados», con alta especialización y, sobre todo, conocedores de las necesidades del sector productivo.
