LA UNIÓ de Llauradors solicita que el precio que se abone por las trampas de lucha biológica con feromonas (atracción) y piretrinas (muerte), que se van a repartir próximamente contra el Cotonet de Sudáfrica, sea asumible y a niveles similares a los del pasado año, con objeto de que los productores puedan adquirirlas sin convertirse en una carga excesiva.
Los expertos coinciden en que el control del Cotonet de Sudáfrica hasta límites sostenibles, solo se podrá hacer mediante la combinación de las tres técnicas que existen en la actualidad: trampas, parasitoides y control con plaguicidas, por lo que en este último aspecto habrá que encontrar una materia activa que tenga incluso más efectividad que la prohibida Metil Clorpirifos.
Con el objetivo de reducir los daños y evitar la dispersión del Cotonet de Sudafrica se facilitará a los agricultores, a demanda de LA UNIÓ, dispositivos de atracción y muerte con feromonas y piretrinas. Tras trabajar estos últimos meses con la Conselleria de Agricultura para que se haga cargo del reparto gratuito del 50% de las trampas necesarias, el objetivo de la organización agraria ahora es que el coste sea accesible para el agricultor y que se pongan al menos en circulación lo antes posible las trampas necesarias para cubrir, entre los productores y la Conselleria, una superficie de 10.000 hectáreas de cultivo en las zonas más afectadas. Cabe señalar que el Cotonet de Sudáfrica ha causado pérdidas directas entre los citricultores de las zonas afectadas de la Comunitat Valenciana de más de 120 millones de euros.
LA UNIÓ reconoce el esfuerzo de todas las partes para conseguir poner a disposición de los citricultores las deseadas feromonas lo antes posible y señala que sería deseable repartirlas durante el mes de marzo, antes de que se realicen los primeros vuelos de machos del Cotonet de Sudáfrica. Opina así mismo que la ayuda tiene que ir para los productores y en este sentido, Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ afirma que “no sería comprensible que los precios de las trampas subieran de tal forma que fueran más caros que el pasado año y que al final la ayuda no fuera a parar a los citricultores sino a los distribuidores”.
La organización se ha puesto en contacto durante las últimas semanas tanto con la empresa titular de las feromonas, EPA Ecología, como con Bayer quien se encargará de distribuirlas para tratar de que el precio sea similar al del año pasado -sobre 1,20 euros por trampa- en los puntos de venta. Como se trata de un mercado libre, no se puede obligar a los distribuidores a poner el mismo precio, pero sí al menos un precio aconsejado. Por ello, pedimos a los distribuidores que apliquen un precio razonable que ayude a su implantación y no provoque un coste excesivo o la no implantación masiva del sistema durante los próximos años que reste eficacia. Así, LA UNIÓ vigilará los precios y aconsejará a los citricultores aquellos distribuidores que cumplan con estos parámetros deseables.
Cabe señalar que LA UNIÓ ha trabajado desde el principio para que los productores tuvieran una ayuda directa con la que luchar en la prevención contra el Cotonet, ya que no es posible compensar las consecuencias sufridas de una plaga sobrevenida y procedente de Sudáfrica, algo que hubiera sido lógico.
Pese a todas estas actuaciones en la lucha sostenible y biológica a través de las trampas de feromonas y piretrinas, LA UNIÓ considera que el sistema no será suficiente y por ello pide que se invierta más presupuesto también en la cría y suelta del parasitoide Anagyrus aberiae, también de origen sudafricano, y que se ha adaptado muy bien a nuestras condiciones como un gran depredador del Cotonet. Por ello hace falta que la reproducción y suelta masiva y pública complemente el control.