La sequía ya causa estragos en la producción de hortalizas del Bajo Guadalquivir
La cooperativa Las Marismas de Lebrija ha visto reducida su producción de brócoli y coliflor en casi un 50% este invierno.
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La continuada falta de precipitaciones, cada vez más intranquilizadora en el sector agrícola, está causando estragos en las producciones agrarias del Bajo Guadalquivir, afectando de forma considerable a hortalizas como el brócoli y la coliflor, según publica Agrónoma. En la cooperativa Las Marismas de Lebrija S.C.A., la producción de ambos cultivos de invierno se ha reducido a la mitad por la sequía, según el presidente de esta agroindustria sevillana, Juan José Sánchez Vargas.
En este sentido, el responsable de la empresa lebrijana, que desarrolla su actividad en el sector B-XII de la comarca, ha manifestado que los agricultores están viviendo este año una situación «muy difícil» por la pertinaz falta de lluvias.
«Nuestra producción de coliflor en Las Marismas de Lebrija va a ser de unos 2.550 millones de pellas, y de unos 2-2,5 millones de kilos de brócoli, la mitad de lo que produjimos de ambas hortalizas el año pasado», ha indicado.
Pico de demanda
A este descenso en la producción, según ha explicado Sánchez, se suma una subida «sin precedentes» del precio de los insumos que los agricultores siguen sin poder repercutir en el valor de sus productos. «Estamos en el pico de demanda del año. En el mes de diciembre, las brásicas (coliflor y brócoli) siempre bajan un poco, y cuando llega enero la demanda se reactiva, pero este año los precios están incluso por debajo de los del año pasado».
El responsable de Las Marismas detalla que «las pellas de coliflores se han estado vendido durante todo el mes de enero a 30 céntimos y los brócolis a unos 40 céntimos el kilo, en los que está incluido el coste del embalaje, mientras que por las hortalizas solamente han recibido unos 28 céntimos por kilo». Sin embargo, «la venta de estos productos en el supermercado se encuentran a precios de 2,5 euros el kilo de coliflor y el brócoli entre 1,5 y 2 euros el kilo».
Tomate de industria
Otro de los problemas que Sánchez Vargas ha destacado es la incertidumbre sobre el agua de riego. «No sabemos si la va a haber ni, si la hay, de cuánta dispondremos». Añade que «ahora deberíamos estar poniendo en semillero las plantas de tomate para comenzar a trasplantarlas el 20 de marzo en las 500 ha, de las 2.300-2.400 que sembramos para tomate de industria en la cooperativa, pero ante esta falta de certeza aún no hemos comenzado».
Coste de los insumos
Sobre los insumos, el presidente de la cooperativa ha subrayado que a un agricultor cada vez le cuesta más sacar sus cultivos. «En 2021, los gastos de producción se dispararon, subiendo un 90% los fertilizantes y un 55% el gasóleo, además del remonte de la luz y el gas». «A esto se suma que esta agroindustria, con una producción de tomate concentrado, se ve obligada a pagar costes por la emisión de CO2, sin dejar atrás los ciclos de sequía», ha añadido.
Del mismo modo, Sánchez ha señalado que en la agricultura no hay ningún producto que se escape de esta crisis. «Ahora en la comarca se va a empezar a sacar zanahoria, y los precios que se manejan este año están un 50% por debajo que los del año pasado«. La recolección de esta hortaliza tiene una duración aproximadamente de casi cuatro meses, desde mediados de marzo hasta finales de junio.
Fuente: Agrónoma