En declaraciones a los periodistas en una de las plantaciones afectadas, Bellido explicado que, a estas alturas del año, deberían estar sembradas para su recolección unas 1.200 hectáreas de crucíferas (coliflor y brócoli), 150 de alcachofas, unas 200 de cebolla y 150 de zanahoria. «Pero en total hay unas 200 sumando todos los cultivos”, y de esa cantidad “ya hay 50 totalmente abandonadas”.
Para el portavoz de COAG, el calor “ha hecho estragos” en los cultivos, que “no se han desarrollado igual, son de mala calidad y el producto no es atractivo para el mercado”, principalmente para el del Bajo Guadalquivir.
Aumentará el desempleo
Además, en algunas plantas ha florecido, “y no es atractivo para el mercado ni óptimo para la industria, con lo que es una tormenta perfecta la que estamos sufriendo”, ya que solo la campaña de algodón se ha salvado, pero “ahora comienza una campaña inexistente de crucíferas”.
La situación provocará “que aumenten los datos del desempleo mucho más de lo que hay”, y un “problema grave para el mercado como consumidor y para nosotros los agricultores”.
Jesús Romero, uno de los agricultores afectados, ha dicho que este cultivo en concreto hay que “despertarlo en verano”, para que salga adelante con las primeras lluvias, pero la sequía ha provocado “que la alcachofa llegue abierta, y no la quieren en el mercado”, y queda la opción “de quitarle todo a las plantaciones”, en un cultivo de tres años “que creo que no va a sobrevivir”.