Italia es tercera potencia mundial (tras Perú y Países Bajos) y primer productor y exportador europeo de uva de mesa con una superficie de cultivo de 18.700 ha y con una tendencia creciente, de las que el 58% se produce en la región de La Puglia (37% Sicilia), representando la reina de su economía junto con el turismo. La temporada italiana se extiende desde principios de junio hasta el mes de enero aproximadamente y sus variedades se dividen en un 50% en tradicionales con pepita y un 50% sin pepita, como explicó Vito Fraschini, concejal de Agricultura y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Noicàttaro.
Su proximidad a los mercados europeos, las condiciones óptimas para el desarrollo de un producto de calidad y un sector fuerte y desarrollado, le ayudaron a alcanzar en la temporada anterior un valor de exportación de 821 millones de euros (45% de la producción), acercándose al principal producto de exportación, la manzana, que alcanzó 916 millones de euros de facturación cubriendo 12 meses de campaña de campaña comercial frente a los tres meses o poco más de la campaña comercial de uva de mesa, según detalló en su exposición Mario Schiamo Lo Moriello, del Observatorio de Mercados ISMEA (Istituto di Servizi per il Mercato Agricolo Alimentare). Alemania, Francia, Polonia, Reino Unido, Suiza y España son los principales mercados de destino en Europa, donde Italia representa el 9,6% de la cuota de mercado (España un 3,8%).
Son solo algunos datos de nuestra visita al sudeste de Bari al participar en el programa “Regina di Puglia” a finales del pasado mes de julio. Esta iniciativa ha originado a su vez la creación de la red de municipios de Terre del Uva (Rutigliano, Mola di Bari, Castellaneta, Adelfia, Casamassima y Polignano a Mare) con el que esperan desarrollar el turismo agronómico en la región.
La uva exporta en valor solo durante sus tres meses de temporada
casi la misma cifra que la manzana que exporta 12 meses
Además de profundizar en la riqueza gastronómica y cultural de la zona, con visitas a lugares emblemáticos como Polignano A Mare o el renovado puerto de Torre a Mare y conocer la tradición cerámica de Rutigliano, entre otros, pudimos visitar una de las principales empresas productoras y comercializadoras de uva de la zona, 2erre Fruit and Vegetables.
2erre
En el ámbito productivo, la compañía cuenta con 110 hectáreas propias entre los territorios de Mola y Polignano a Mare, bajo la influencia climática del mar Adriático y en un 80% de uva sin pepita. “Hace solo cinco años el 50% de este territorio que ahora ocupa la uva era cultivo de hortícolas”, según nos detalló Marco Laselva, responsable técnico de 2erre, desvelando la fuerte apuesta de la firma por este cultivo, del que hoy por hoy comercializa unas 90.000 toneladas (30% producción propia). Además, lo llevan a cabo con la máxima sostenibilidad, por ejemplo, utilizando productos bioestimulantes para reducir el uso del agua, o con técnicas de control biológico para luchar contra plagas como la lobesia botrana. El agua de riego procede de pozos, aunque la salinidad ha aumentado en los últimos años y se ha apostado por implantar sistemas que proveen al cultivo de mayor eficiencia hídrica. Su campaña se extiende de mitad de junio (han logrado adelantar la temporada un mes con nuevas variedades) a mitad de septiembre y su objetivo es alcanzar las 150 ha de producción propia. La compañía cuenta con 350 personas trabajando durante la temporada en campo (200) y almacén (150) con dos líneas de procesado a pleno rendimiento.
Dificultades
Al ser productores de la zona mediterránea, los productores de uva de mesa italianos comparten los mismos problemas que tiene el sector en España. Por un lado, el cambio climático, donde las temperaturas elevadas unidas a la humedad, en la que en este territorio alcanza hasta el 50% al estar próximo al mar, provocan la proliferación de enfermedades y plagas como el oidio y la mosca blanca, que este año están teniendo mayor incidencia que los anteriores en esta zona, reduciendo la productividad. También la falta de materias activas disponibles limita las posibilidades de tratamientos, dificultando lograr una buena sanidad del cultivo. Por otro lado, la sequía generalizada, que pone limitaciones en el uso y aumenta el coste del agua, disminuye la rentabilidad. Sin olvidar las dificultades a la hora de encontrar mano de obra, entre otros desafíos.
El evento contó con una jornada dedicada a las reuniones B2B entre operadores de uva de la zona y responsables de compra de cadenas de distribución internacionales e importadores, donde se expuso a su vez una muestra de la genética de uva de mesa con degustación de variedades, demostrando una importante tendencia hacia las apirenas. Fue sin duda destacable la cena organizada en un viñedo, con comida típica de la zona que culminó
en un gran espectáculo de danza. La importancia de la uva en la región volverá a ponerse en valor con la organización de la feria especializada exclusivamente en esta fruta LUB en Bari que se celebrará del 22 al 24 de octubre.
Uva de mesa Italia en 2023
884.095 Tn
25.000 ha
821 millones de euros de exportación