Es evidente la dificultad que esto supone de por sí, pero el cambio climático todavía le da otra vuelta de tuerca a la situación: la disponibilidad de recursos naturales como el agua dulce y las tierras cultivables productivas es cada vez más limitada. Por tanto, producir más alimentos, lidiando con la cada vez menor accesibilidad a los bienes que nos brinda la tierra y respetando, al mismo tiempo, la naturaleza, es el gran desafío de nuestro tiempo.
El papel de la digitalización
La tecnología jugará –ya está jugando, de hecho– un papel esencial en dicha transformación. Los avances digitales, como reza el mismo documento de la FAO, “pueden ser parte de la solución”. El sector agroalimentario mundial se está abriendo cada vez más al empleo de tecnologías móviles, robótica, servicios de teledetección, etc. Cada vez son más los agricultores y ganaderos que conocen términos como blockchain, Internet de las cosas o inteligencia artificial. Gracias a un mayor acceso a la red, el productor está más informado, acumula más datos sobre mercados, financiación y, en definitiva, está más preparado para sacar adelante su explotación o su cultivo con la agricultura digital.
Ejemplos de aplicación de tecnologías digitales en agricultura
Agricultura digital es un amplio paraguas bajo el que se resguardan múltiples formas de aplicar las tecnologías digitales al campo. En Agrotech España (la Asociación Española para la Digitalización de la Agricultura, el Agroalimentario, la Ganadería, la Pesca y las Zonas Rurales), que agrupa a las empresas españolas de perfil tecnológico que digitalizan a compañías y entidades del mundo agro abarcando los cuatro eslabones de la cadena agroalimentaria (producción, transformación, comercialización y distribución) diferencian entre dos tipos de tecnologías: las que captan el dato y las que lo analizan.
En el primer grupo se enmarcan las apps de uso agrícola o ganadero, sensores, satélites, mapas, los sistemas de planificación de recursos empresariales (ERP), la agricultura de precisión, los drones, los robots agrícolas, la tecnología blockchain, la gestión de riegos, el desarrollo tecnológico a medida, el Internet de las cosas e incluso los marketplaces y las tiendas online, entre muchos otros.
Del segundo grupo formarían parte términos como Big Data, Machine Learning, Deep Learning, analítica, Business Intelligence, inteligencia artificial, realidad virtual o realidad aumentada.
Describir los pormenores de cada una de estas innovaciones merecería artículos individualizados. Baste decir que todas ellas tienen el mismo objetivo: aumentar la rentabilidad de los profesionales del mundo agro.
“En un contexto en el que aumentar los precios de venta es muy complicado, la rentabilidad pasa inevitablemente por reducir los costes, aumentando la producción y la productividad de los empleados”, señalan desde Agrotech España.
Desde esta organización insisten en que “en función del tipo de tecnología aplicada, las reducciones de los costes e insumos pueden llegar perfectamente, en el caso de la gestión del agua, a un ahorro del 70%, o del 40% en la aplicación de fitosanitarios”. Así, vemos que se conjugan varias realidades: el ahorro económico, la reducción del uso de recursos naturales como el agua y el mantenimiento del equilibrio medioambiental con un empleo moderado de productos potencialmente dañinos para el ecosistema.
Estas dos últimas han pasado a ser más importantes si cabe a partir de las nuevas políticas comunitarias como el Pacto Verde Europeo, con sus estrategias ‘De la granja a la mesa’ y ‘Biodiversidad 2030’, y las exigencias que se incluyen en la nueva PAC. Todas ellas suponen un aumento considerable de los requerimientos en materia de sostenibilidad medioambiental, como ya hemos abordado en multitud de ocasiones en este blog. Y no sabe duda de que todos ellos se conseguirán única y exclusivamente a través de la implantación de las nuevas tecnologías y la digitalización en la agricultura.
La visión de Syngenta sobre la agricultura digital
Desde Syngenta se apoya de manera decidida el posicionamiento de la digitalización como una de las transformaciones de mayor impacto y más necesarias en la historia de la agricultura.
Según el Digital Agricultural Manager de Syngenta, Alejandro Stewart, la utilización de datos es una pieza clave para tomar mejores decisiones agronómicas. El acceso a más y mejores fuentes de información le permitirá al agricultor tener una visión mas precisa de lo que esta sucediendo en su finca y así podrá tener un mejor control y ser más eficiente a la hora de tomar decisiones.
Por eso desde Syngenta creemos que mediante la adopción de herramientas digitales que permitan monitorear e identificar el momento justo de aplicación o predecir cual será la incidencia de una plaga o enfermedad, el agricultor podrá optimizar el uso de productos fitosanitarios, que no solo impactará en la rentabilidad si no también ayuda a reducir el impacto ambiental de su explotación.