El director general de AGF Fashion, Joaquín Hidalgo, ha hecho balance para la Revista MERCADOS acerca de la evolución de campaña de la sandía en general, además de analizar las particularidades y los retos que está abordando el Grupo Fashion. Hidalgo ha recordado que la campaña de sandía comenzó con retraso y con un importante descenso de superficie en todas las zonas productivas de España y también en los invernaderos de Almería, con una caída estimada en torno a un 20%. “En el ciclo temprano de invernadero cada vez se pone menos sandía, se está perdiendo porque las campañas de otoño se están alargando mucho mientras los géneros tienen un buen precio, por lo que al agricultor le cuesta más trabajo tomar la decisión de arrancar el cultivo para poner uno de primavera”, apunta. Por su parte, en la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana se ha reducido por la incertidumbre ante la falta de agua, mientras que en Castilla-La Mancha, por el temor a la escasez de recursos hídricos y los elevados costes de alquiler de las tierras.
A pesar de contar con menos terreno cultivado, la sandía ha arrojado unos buenos rendimientos, al contrario de lo que ocurrió el año pasado, en la que se juntó la escasez de producto con una fuerte demanda del mercado europeo debido al buen tiempo, lo que disparó los precios. Este año, con una elevada producción, la demanda se ha estancado a causa del mal tiempo en los mercados de destino, “pues recordemos que el 75% de la sandía se dirige a la exportación”. Esta primavera “ha sido un verano anticipado, con buena temperatura y sin lluvias, lo que ha propiciado el adelanto de la cosecha en unos 15 días, generando una sobreoferta, superándose todas las expectativas que teníamos, unido a que el mercado de exportación no ha funcionado hasta bien entrada la campaña”.
Como consecuencia de ello, se ha provocado un desajuste muy grande entre la oferta y la demanda porque “el mercado nacional, entre finales de abril y primeros de mayo, no ha sido capaz de absorber todo el volumen que había, generando una situación de precios terrible para los productores, a pesar de la excelente calidad del producto”.
Incertidumbre en el abastecimiento desde finales de junio
Según Hidalgo, en las dos últimas semanas la situación ha mejorado porque el clima ha provocado un menor volumen de oferta de sandía. “En el invernadero está prácticamente finalizada la recolección y el aire libre ha empezado con muchas dificultades, sobre todo, en la zona del levante almeriense y Murcia, por la climatología, con precipitaciones de hasta 300 litros por metro cuadrado al día en algunas zonas, que es lo que suele llover en todo un año”, lo que ha causado grandes daños de forma directa e indirecta, que estima en torno a un 20%.
Las precipitaciones en zonas al aire libre del levante almeriense y de Murcia han causado graves daños en alrededor de un 20%
Ello se une al descenso en la superficie de sandía en estas zonas productoras al aire libre, ante las dudas por la falta de agua, lo que merma aún más la capacidad productiva. “La segunda quincena de junio y a comienzos de julio va a ser complicada por la disponibilidad de producto como haga una buena temperatura, provocándose una nueva tensión por un desajuste entre la oferta y la demanda”, apunta el responsable de AGF Fashion.
Sorteando las dificultades
Esta situación es la misma que está viviendo el Grupo Fashion, ya que “se encuentra en todas las zonas de producción nacionales”, aunque añade un matiz: “Nosotros, a diferencia de la tónica general, teníamos una planificación muy consistente y partíamos de la misma cifra de superficie que el año anterior, habíamos buscado la forma de sortear las dificultades de falta de agua y restricciones al cultivo”, lo que supone entre 1.500 y 2.000 hectáreas, calcula Hidalgo.
Para ello, AGF Fashion ha optado por diversificar el cultivo de sandía en nuevas zonas de producción “adaptando el calendario a las circunstancias”, algo que recuerda que no es nuevo y que será una tendencia en el futuro. Apunta, en este sentido, que La Mancha camina hacia futuras reducciones en la superficie de sandía debido a la disponibilidad descendente de agua o el elevado precio del alquiler de la tierra. “El cambio climático ya llegó hace tiempo, nos ha costado asimilarlo y ahora hay que adaptarse de la forma más rápida posible a los cambios que conlleva e intentar ser ágiles en las medidas para seguir avanzando”.
En cuanto a las cifras de producción, Hidalgo apunta que esperan un volumen similar al del año pasado, en el que “nos faltaron entre 20 y 21 millones de kilos por cuestiones climatológicas”, aunque considera que es pronto para ofrecer una estimación.
Retos presentes y futuros
Joaquín Hidalgo destaca la planificación como una de las herramientas fundamentales para mejorar los resultados de una campaña de sandía. “No podemos dejarnos llevar por tendencias o presentimientos; es muy frecuente en este sector que cuando un género ha valido dinero, al año siguiente sube la superficie cultivada, hay sobreproducción y al final se produce un problema”.
En este sentido, AGF Fashion trabaja con los datos y con el análisis de los mismos, “planificando en función de la realidad comercial de la marca y de forma responsable, sin sobrepasar la capacidad que tenemos de penetrar en los mercados”. A ello se une el empleo de tecnología aplicada a las plantaciones para optimizar el uso de agua, mediante sensores, así como el de fertilizantes y cualquier otro insumo, una línea “en la que somos pioneros desde hace años en el desarrollo de herramientas informáticas propias para poder ver en tiempo real el futuro, analizando los datos del pasado”.
El grupo está desarrollando este proyecto, como el resto de iniciativas de I+D, junto a su partner tecnológico, Nunhems Vegetable Seeds, en esta iniciativa de sensorización de las plantaciones, recogida y tratamiento de datos con inteligencia artificial para predecir mejor “los comportamientos de las variedades en distintas zonas y condiciones climatológicas, cuya duración estima, como mínimo, en unos tres años para desarrollarlo por completo”.
Fashion trabaja junto a Nunhems en la sensorización de las plantaciones, recogida y tratamiento de datos con inteligencia artificial para predecir los comportamientos de las distintas variedades
Junto al agua, el suelo es otro recurso limitado, al contrario que antes, cuando había facilidades para alquilar tierras descansadas e ir de unas zonas de producción a otras, algo que ahora cada vez es más complicado. Por ello, este proyecto también está enfocado a la optimización del uso del suelo, aumentando los rendimientos y competitividad de las empresas sin necesidad de incrementar la superficie de cultivo ni el consumo de recursos.
Enfocado al consumidor, AGF Fashion está investigando la fórmula para desestacionalizar el consumo de sandía, emulando al melón, apunta Hidalgo. “Creemos que aún no hay esa sandía de calidad en otras fechas consideradas menos convencionales por parte del consumidor”, por lo que la marca continuará impulsando iniciativas para “fomentar el consumo con nuevas recetas y nuevas formas de consumo que se alejen de la típica tajada de después de comer”.