La patata nueva de Málaga llega a los lineales de la mano de Ibérica de Patatas
El producto puede encontrarse desde esta semana y hasta principios de mayo en supermercados e hipermercados de toda España
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Ibérica de Patatas, líder en comercialización de patata de consumo en España, lleva de nuevo este año al comercio minorista la patata nueva de Málaga, la primera patata española de la temporada. El producto puede encontrarse desde esta semana y hasta principios de mayo en supermercados e hipermercados de toda España.
La patata nueva de Málaga es un producto único que, por un lado, aporta valor a la oferta de patata habitual en esta época, en su mayoría patata de conservación de Francia o patata nueva procedente de países como Israel y Marruecos; y por otra, fomenta el consumo de producto autóctono de temporada. En esta ocasión se prevé comercializar en torno a 600.000 kilos, ya que la campaña de este año será algo más corta; ha empezado más tarde debido a la climatología.
Hasta hace unos años era muy difícil adquirir esta variedad en la gran distribución, ya que se trata de un producto muy fresco y con un período de vida más breve que otros tipos de patata. Ibérica decidió llevar la patata nueva de Málaga por primera vez a los lineales en 2008, gracias a su know how y a la infraestructura necesaria que garantiza la distribución de esta variedad en condiciones óptimas de calidad y de presentación al público, al tratarse de una patata muy fresca y muy delicada.
La iniciativa de Ibérica de Patatas de llevar la patata nueva de Málaga a la gran distribución, así como la excelente acogida del consumidor, que valora cada vez más la patata nueva de Málaga por su sabor, calidad y frescura, ha contribuido a impulsar el cultivo de esta variedad en la zona. De hecho, Ibérica de Patatas vende la semilla a agricultores de la provincia. Desde que Ibérica introdujo este producto en el comercio minorista hace 9 años, la producción se ha incrementado en un 30%.
La patata nueva se identifica con facilidad: al tocarla, la piel se levanta sin apenas resistencia y, al freírla, su color es menos amarillo y su textura, más crujiente. Rica en hidratos de carbono, y de gran importancia en nuestra alimentación cotidiana, los expertos en nutrición recomiendan su consumo a diario, junto con verduras, en ensaladas, legumbres y purés.