Son varios los retos que presenta el sector de las semillas en el cultivo de hoja. Por un lado, la necesidad de usar menos fertilizantes y químicos en su cultivo ante las nuevas normativas de respeto medioambiental; por otro lado, la proliferación de fusarium en verano y mildiu en invierno que ataca directamente al cultivo y que hace preciso el desarrollo de variedades resistentes. De todo ello parten las líneas de investigación de Bejo en el cultivo de hoja, con nuevas variedades que presentan una menor necesidad de fertilizantes y una mayor resistencia a estos virus y enfermedades, tal y como nos explica en la jornada de Puertas Abiertas de Bejo en Murcia celebradas la semana pasada Óscar Peñalver, responsable de cultivos de hoja de la casa de semillas: “La única forma de luchar contra esos problemas es la mejora vegetal dado que ya no tenemos herramientas químicas que utilizar”. En definitiva, “siempre estamos buscando cómo adaptarnos a las condiciones cambiantes del mercado”.
Un buen ejemplo de esta línea de desarrollo es el trabajo que están llevando a cabo en su gama de espinaca para IV Gama, que hoy por hoy cuenta con resistencia a mildiu en toda su gama, con nuevas variedades para todos los ciclos de cultivo. Destacan para esta campaña presentan Pershing, una variedad para siembras de otoño- primavera, con muy buena postcosecha gracias a que tiene una hoja muy gruesa, que a su vez permite que sea también muy productiva.
También en lechuga iceberg, Bejo este año cuenta con la variedad BE24-222, que destaca por su resistencia a todas las razas de bremia. Presenta muy buenos rendimientos en zonas muy frías, por ejemplo, en Lorca, donde se adapta muy bien, y es muy vigorosa.
Para verano, disponen en su catálogo de Brice, con resistencia a fusarium, además de dos nuevas variedades, la BE22-218 y la BE22-232.
En radicchio, un tipo de escarola roja para IV Gama, introducen Bernini, una mejora vegetal de Boticelli, con la que vienen a aportar una mayor uniformidad para la recolección, con piezas con más kilos y más uniformes, que le lleva a aumentar el rendimiento por hectárea y presenta precocidad al inicio de la campaña (septiembre). Asimismo, destacan también Barocci, para el cultivo de verano principalmente, porque se adapta muy bien a las zonas de montaña: “Pese a que la diferencia de temperatura entre el día y la noche ha disminuido, esta variedad sigue cogiendo la tasa de color rojo necesario, adaptándose a esas condiciones”, explica Peñalver.
Mecanización
Aunque es una línea que se está trabajando en los desarrollos varietales para adaptarlas a la cosecha mecanizada, aún no está muy implantado en España. “Con la cosecha mecánica es inevitable producir daños a la lechuga que derivan en oxidaciones y pudriciones en el lineal al ser un producto para exportación que necesita de una mayor vida útil”, explica Peñalver.