La innovación de Primaflor como arma frente al descenso de consumo

Campaña

En los primeros meses, todo transcurrió con cierta normalidad, pero diciembre trajo consigo grandes desajustes meteorológicos, que han impactado de manera muy negativa a los cultivos, haciendo descender drásticamente las productividades en campo e impactando directamente en los costes, explican desde la compañía. En esta segunda mitad, las altas e inusuales temperaturas hacen prever un adelanto del final de la campaña, en contraposición a un posible retraso en la llegada de las producciones europeas, produciéndose otro desajuste de oferta y demanda en el mercado europeo.

Retos

Para Primaflor, el gran reto sigue siendo dar la máxima calidad y servicio a sus clientes y consumidores. Lidiar con la escasez de recursos hídricos, una meteorología cambiante y disparidad térmica, afecta negativamente a la productividad y calidad de los cultivos. Además, las enfermedades foliares son más difíciles de controlar con cada vez menos herramientas con las que proteger la sanidad de los cultivos.

Consecuencia de todo lo anterior, los costes seguirán incrementándose, dificultando una ecuación, donde calidad, servicio y precio serán decisivos para afrontar la nueva campaña, que además se presenta con una bajada de consumo general.

A pesar de todas las dificultades con las que se encuentra la compañía, es una prioridad seguir ofreciendo los mejores productos a los clientes, combatiendo todos estos retos de la forma más efectiva.

Enfermedades

Las últimas campañas diferentes enfermedades están condicionando la producción varias tipologías de lechuga, especialmente en el cultivo de iceberg. Si bien se da principalmente en los cultivos de verano, los últimos años también está provocando daños en otras estaciones. El mildiu está causando muchos problemas al cultivo, “las limitaciones en el uso de fitosanitarios nos obligan a realizar una buena elección varietal”, apuntan desde Primaflor. La aparición continua de nuevas razas de bremia les provoca estar muy actualizados, en cuanto a nuevas variedades que tengan el máximo de resistencia a todas las razas. Además, desde la empresa intentan trabajar preventivamente, eligiendo las zonas de producción más propicias en cada momento, controlando las densidades de plantación, etc.

Año tras año la inversión en I+D+i se mantiene constante entre el 4-5%

Mecanización

La falta de disponibilidad de mano de obra y el incremento de los costes hacen que el sector de hoja se ajuste y busque nuevas soluciones, “poco a poco, todos estamos yendo hacia la mecanización sin ningún tipo de duda», comenta Cecilio Peregrín, Director Corporativo de la compañía, quien añade, “pero no solo la mecanización, sino también la digitalización está aportando datos e información especializada, para optimizar el cultivo de hoja”.

IV gama

A pesar de unos años tan cambiantes, Primaflor afronta un nuevo año en la IV gama tomando como referencia 2023, en el que los datos manifiestan una bajada de consumo en las ensaladas, especialmente en lo referente a las ensaladas completas en bowl, las cuales se están viendo afectadas por el desarrollo de la comida para llevar y delivered. Ante esta situación la compañía ha puesto su objetivo en el desarrollo de ensaladas completas y junto con una redefinición del concepto y los surtidos, pretenden recuperar la senda del crecimiento en una categoría convenience saludable, que el consumidor valora muy positivamente.

Innovando

En una empresa como Primaflor, el I+D+i no solo se centra en la IV gama, de hecho, se enorgullecen de llevarlo en el ADN y se aplica a cada una de las fases de la cadena de valor de sus productos, desde el campo al consumidor. Ejemplo de ello, año tras año la inversión en este departamento se mantiene constante entre el 4-5%.

En cuanto a novedades, para este año 2024 la innovación de producto de IV gama de Primaflor se centrará en ofrecer gamas/familias con un amplio surtido, para cubrir cada una de las demandas, dado el gran segmento de consumidor que se ha ido diversificando con los años, cada vez un porcentaje menor de cliente fiel y clásico frente a un cliente que demanda innovación constante según su estilo de vida.