Así lo ha explicado en declaraciones a Efeagro el responsable de patata de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Alberto Duque, quien ha incidido en la “inseguridad” que sienten los agricultores debido a la falta de agua para las plantaciones.
La intermitencia de la disponibilidad de este recurso, aumentada ahora por la sequía que afecta a todo el país, puede provocar que los agricultores desechen la plantación de patata y opten por otros cultivos más rentables como el girasol.
Además, los altos costes de producción no favorecen la plantación de patata, ya que cada hectárea de trabajo supone para el productor “entre 10.000 y 11.000 euros” que luego no se ven compensados.
Los últimos datos disponibles del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) indican que la producción media de patata fresca de consumo en España es de 2,15 millones, concentrada fundamentalmente en la patata de media estación y en la patata tardía, que representan entre las dos el 76 % del total.
En la campaña de 2021, se alcanzaron las 2.141.349 toneladas, un aumento de un 4 % más con respecto de 2020 y una contracción de un 1 % con respecto a la media de las cinco campañas previas.
No obstante, el MAPA registró una caída de un 7 % de la producción durante el año pasado, alcanzando su mínimo histórico con 1.942.778 toneladas; ahora, el responsable de patata de COAG cifra en alrededor 1,5 millones de toneladas la producción, a falta aún de datos más exactos.
“Cero” exportaciones a Reino Unido
Desde que se aprobó la salida de Reino Unido de la Unión Europea, las exportaciones a ese país han caído hasta alcanzar las “cero” unidades de patatas, lo que ha afectado notablemente a los productores españoles según ha subrayado Duque.
En cuanto al comercio, el saldo comercial de la patata de consumo en España también es tradicionalmente negativo, habiendo además alcanzado un valor acumulado récord de casi 100 millones de euros -datos hasta septiembre de 2022- según el Ministerio.
Estos resultados mantienen la tendencia de crecimiento de las importaciones que viene registrándose en los últimos años, con alzas a doble dígito respecto a la media.
Duque ha resaltado la entrada de patata de Israel y el precio al que se vende, más bajo que la nacional, que dificulta a los productores competir con el mercado exterior.
El coste del nitrógeno y precios altos
Dentro de los costes de producción, Duque resalta el alto coste que ha tenido en los últimos meses el nitrógeno, sustancia que se usa en los fertilizantes para ayudar al crecimiento de la planta.
Para los consumidores, los precios de esta campaña van a ser “altos” debido al descenso de la producción; los últimos datos del MAPA cifran en 0,65 el precio medio de la patata en el mercado de origen durante la semana 14 del año (primera semana de abril).
El coste sube en comparación con los dos años anteriores, cuando en la misma semana el precio se situó en 0,40 en 2022 y en 0,38 euros en 2021.