La interprofesional ha destacado, en un comunicado, que los «puntos fuertes» de la temporada de ese cítrico serán la «garantía, fiabilidad en el suministro y la excelente calidad de la fruta».
Ailimpo prevé que la producción de limón sea absorbida por el mercado fresco, tanto de exportación como en el comercio nacional, y por la industria de transformación en zumos y aceites esenciales.
El inicio de la campaña, según la misma fuente, viene marcado por el fin anticipado de la temporada en el hemisferio sur (Argentina, Uruguay y Sudáfrica), lo que será positivo para el sector nacional.
Por otro lado, habrá competencia con Turquía, sobre todo en los mercados del Este, porque su cosecha se obtiene «con bajos costes de producción» y subvenciones del Gobierno de Ankara a sus exportaciones.
En cuanto al veto de Rusia, Ailimpo cree que no debe afectar al inicio de la campaña, ya que las exportaciones a este mercado comienzan a partir de marzo y representan el 3 % de las ventas exteriores de limones.
No obstante, el director de la asociación, José Antonio García, ha solicitado la inclusión de ese cítrico en la lista de productos afectados por el veto, para «dar una señal positiva y que se sepa que hay un mecanismo europeo que se activará si surgen problemas; en definitiva, para evitar que se especule con los precios con el pretexto de esta situación», según el comunicado.