El proceso de “modernización” de los instrumentos de defensa comercial de la UE, fue iniciado por la Comisión Europea en octubre de 2011. Se encargó un estudio de evaluación y una consulta pública que finalizó en julio de 2012. Con esta información, la Comisión adoptó una Comunicación, el 10 de abril de 2013 sobre el proceso de modernización de estos instrumentos, que engloba una propuesta legislativa de modificación de los actuales reglamentos antidumping y anti subvención, y por otro lado, unas Directrices o guidelines sobre algunos de los elementos claves de este tipo de procedimientos. El Parlamento Europeo se pronunció sobre esta propuesta en 2014 pero aún no ha habido acuerdo en el Consejo Europeo.
Ante esta situación, y para dar continuidad a la reforma, la Comisión emitió una nueva Comunicación: “Hacía una política comercial sólida para la UE, en beneficio del empleo y el crecimiento”, presentada el 18 de octubre de este año, en la que ya proponía modificar la metodología antidumping e insta al Consejo a que apruebe la Comunicación de 2013.
Posteriormente, el 9 de noviembre de 2016, la Comisión presenta su propuesta de nuevo método para calcular el dumping en las importaciones de países terceros. Explica la Comisión que “El propósito de esta reforma es garantizar que Europa disponga de instrumentos de defensa comercial con los que pueda hacer frente a la situación actual en el entorno comercial internacional, respetando al mismo tiempo plenamente las obligaciones internacionales de la UE en el marco jurídico de la OMC”.
La Comisión explica que “la Unión Europea debe asegurarse de que sus instrumentos de defensa comercial sigan siendo eficaces para hacer frente a las importantes distorsiones del mercado en determinados países, que pueden desembocar en un exceso de capacidad industrial y que alientan a los exportadores a vender sus productos a precios de dumping en el mercado de la UE. Esto perjudica a las industrias europeas, la cual, en última instancia, puede dar lugar a la pérdida de puestos de trabajo y al cierre de fábricas…”
Aunque esta reforma de las medidas antidumping es aplicable a los bienes industriales, FEPEX considera que la Comisión Europea debería seguir los mismos parámetros en el sector agroalimentario, y en especial en el sector de frutas y hortalizas, que tiene que hacer frente a una competencia extracomunitaria cada vez más fuerte, provocando distorsiones y perturbaciones en el mercado porque en la UE no se aplican eficazmente las medidas de defensa comercial previstas en los acuerdos bilaterales y multilaterales, frente a políticas extremadamente proteccionistas en un gran número de países terceros, que limitan fuertemente el acceso de los productores comunitarios a los mismos.
La nueva metodología debe ser aprobada por el Consejo y el Parlamento Europeo y empezó a abordarse el 12 de noviembre de 2016 en la reunión de los ministros de Comercio de la Unión Europea.
Fuente: www.fepex.es