Presión climática
La falta de lluvia y las altas temperaturas están siendo críticas para la producción de cebolla y la climatología va a seguir siendo un factor clave. En España, las temperaturas en la pasada campaña llegaron a superar los 40 grados, mientras en Holanda han sido superiores a los 35. Ello condujo a un desabastecimiento de los mercados, provocando mayor estrés a la hora de negociar los precios con la distribución para no repercutir en el consumidor final.
«Los precios de 2022 llegaron a niveles que no se habían visto en los últimos 40 años»
Aunque es normal que la escasez y la alta demanda afecten a los precios, en la última campaña fue algo inesperado. La demanda fue muy alta y el precio aumentó casi cada semana, llegando a niveles que no se habían visto en los últimos 40 años, explican desde Mulder Onions.
Actual campaña
El aumento de los costes en el cultivo ha sido significativo, afectando a la competitividad del sector. Por ello, en Mulder Onions consideran que es clave llevar un control exhaustivo sobre los ingresos y gastos, así como comunicarse de manera clara y efectiva con los clientes.
A pesar de esta situación, “la cebolla sigue siendo un producto de primera necesidad en la cesta de la compra”. El consumidor final no percibe una gran subida y es poco probable que modifique sus hábitos de consumo. Aunque se han visto cambios en otros países, como la preferencia de cebollas moradas debido a su menor precio, este sigue siendo un producto esencial con una demanda constante.