En las últimas semanas, se han sucedido las informaciones sobre los buenos resultados de la campaña de sandía en Almería a pesar de los bajos precios iniciales y la incertidumbre generada por la crisis sanitaria. Con cotizaciones en origen que rondan los 0,80 euros/kg, debido al descenso de la producción en torno a un 30%, los agricultores hacen un balance muy positivo de un año que, a priori, no pintaba nada bien.
La otra cara de la moneda es la comercialización. “Los almacenes o suppliers no es que no estén ganando dinero, es que incluso lo están perdiendo”, afirma en declaraciones a la revista MERCADOS Joaquín Hidalgo, director general de Grupo AGF. Reconoce que para los agricultores está siendo una campaña “excelente”, con muy buenos precios en campo que, sin embargo, “la gran distribución no está dispuesta a pagar”.
De hecho, cadenas como ALDI ya han reducido sus compras de sandía en Almería debido, por un lado, a esos altos precios, así como a un menor consumo en Alemania, fruto del clima. Además, apuntan que la llegada de la fruta de hueso supone una buena alternativa de fruta de verano.
Atados de pies y manos
“Estamos perdiendo dinero a base de bien”, lamenta Juan Segura, presidente de Coprohníjar, y que suscribe su homólogo en SAT Costa de Níjar, Antonio Rodríguez. Para Segura, los precios que se están pagando en campo son casi inasumibles para las cooperativas; sin embargo, “no nos queda otra”. Y es que, por un lado, necesitan mantener su masa social –a sus agricultores- y por otro, a sus clientes, las grandes cadenas, con las que, más allá de la sandía, tienen abiertas otras muchas líneas comerciales a lo largo del año.
“Yo no puedo pagarle 0,60 euros/kg a ningún socio cuando en campo se está comprando la sandía a 0,80 euros/kg, supondría un grave problema social para la cooperativa; pero tampoco puedo abandonar a mis clientes”, explica.
Y es que, si en origen la sandía se vende a ese precio, “los supermercados en Alemania nos pagan 1 euro/kg”, comenta por su parte el presidente de sAT Costa de Níjar, quien explica que los 0,20 euros/kg que separan una cifra de otra apenas cubren los costes de manipulado y transporte hasta el mercado de destino. “Nos está costando el dinero, pero tenemos programas que cumplir y debemos comprar la sandía al precio que sea”, afirma.
Freno al consumo
En Almería quedan aún unas tres semanas de campaña de sandía, de ahí que desde el sector comercializador confíen en recuperar parte de lo perdido hasta ahora. Los problemas de cuajado que dieron lugar a la menor producción actual se produjeron, sobre todo, en las plantaciones más tempranas, de modo que, a partir de ahora, los volúmenes podrían crecer ligeramente, contribuyendo a moderar los precios en origen.
“Podríamos recuperarnos si el consumo se mantuviera”, comenta Joaquín Hidalgo, quien no tiene claro que esto vaya a ser así. Y es que, si bien los comercializadores han vendido su sandía a apenas 1 euro/kg, esta ha llegado a manos de los consumidores a unos 2 euros/kg, luego, “¿quién va a comprar una sandía de 4 kg por ocho euros?”, se pregunta Hidalgo.
Para él, el alto precio alcanzado por la sandía en los lineales de los supermercados puede provocar rechazo por parte del consumidor, que ahora tiene más alternativas de compra, como por ejemplo la fruta de hueso.
Aun así, y para confirmar esta hipótesis, habrá que esperar unos días.