La plantación de Kiwi Atlántico de Bonaval- Burgueira, en Oia (Pontevedra), acogió el pasado viernes la presentación del demostrador digital frutícola, un sistema de monitorización y control de riego, entre otros parámetros, que se lleva a cabo de la mano del HUB de innovación Datalife en el marco del proyecto HIBA+, iniciativa hispano-lusa orientada a fortalecer los ecosistemas locales de innovación agroalimentaria a través de la digitalización, desarrollada dentro del programa Digital Europe de la Comisión Europea.
La empresa gallega, la mayor productora de kiwi en España y una de las primeras a nivel europeo, con una producción anual de 12.000 toneladas y una facturación de 30 millones de euros, se convirtió así en protagonista de esta jornada, que se cerró con una visita guiada por las instalaciones para observar de primera mano el funcionamiento de esta tecnología, que se basa en la monitorización de las condiciones ambientales y del suelo de cultivo mediante un sistema de sensores y estaciones meteorológicas controlados por una aplicación digital que ofrecen datos en tiempo real.
El encuentro, dirigido a dar a conocer a nivel sectorial este sistema experimental avanzado de monitorización y gestión en una explotación frutícola en Galicia, sirvió también para destacar la apuesta por la innovación de Kiwi Atlántico, que ya trabaja con tecnologías digitales de control en sus plantaciones de mayor tamaño.
Como destaca Paulo Estévez Blanco, director de Área de Cultivo, la monitorización mediante sensores con la que ya está experimentando la firma gallega permite controlar, entre otros parámetros, la evolución de las condiciones meteorológicas y el estado hídrico del suelo a diferentes profundidades, lo que hace posible optimizar los riegos y ganar en eficiencia, al reducir el gasto de agua y evitar incidencias que puedan afectar a la calidad de la producción. “Y una vez que podamos disponer de datos acumulados, las decisiones podrán ser aún más eficientes y ajustadas a las necesidades del cultivo, a través del análisis de toda esa información histórica”, avanza Paulo Estévez.
Precisamente, el clima húmedo y sin temperaturas extremas de Galicia, unido a la profundidad y buen drenaje del suelo y a su PH, confiere al kiwi de origen atlántico su equilibrio de sabor característico y su calidad diferencial. De esta manera, sistemas tecnológicos como el que se ensaya en la plantación de de Bonaval- Burgueira permiten sacar el máximo provecho de unas condiciones únicas, reduciendo además el impacto de los cultivos, al poder prevenir los daños de las heladas o excesos de riego e incluso detectar, mediante estos sistemas de monitorización, el estrés de las plantas, para evitar de este modo interrupciones en el crecimiento o la producción óptima de la fruta.
Acciones como la del pasado viernes, a la que acudieron representantes del sector productivo, así como de la investigación y de la Administración -como el delegado provincial de la Consellería de Medio Rural, Antonio Crespo Iglesias, o Raúl Rodríguez Couto, del Área de Servicios de la Axencia Galega de Innovación (GAIN)- reafirman el compromiso de Kiwi Atlántico por la I+D y por el control de calidad en toda la cadena de cultivo, transformación y comercialización, una de las señas de identidad de la entidad, resuelta a ofrecer nuevos formatos y nuevas formas de consumo, y de atender a las nuevas tendencias tecnológicas de sostenibilidad y rendimiento, para mantenerse como líder en el mercado frutícola reduciendo al mínimo la huella hídrica y de carbono.
Convención internacional
Dentro de ese objetivo, Kiwi Atlántico estará presente en la Fruit Attraction, la principal feria del sector hortofrutícola a nivel español, en la que participan más de 2.000 empresas expositoras de 145 países. En esta misma línea, el pasado mes de septiembre, la firma gallega participó también en la 43º convención de la International Kiwifruit Organization (IKO), evento que reunió en Arta, Grecia, a los principales países productores de kiwi del mundo. El encuentro, el evento más relevante dentro de su sector a nivel internacional, reunió en esta ocasión a 37 representantes de productoras y exportadoras procedentes de una decena de países, que aprovecharon el foro para intercambiar información y compartir tendencias de consumo, novedades en regulación internacional y de innovación.