2023 ha sido un año de regreso a la normalidad, ya que en 2022 todavía existían ciertas restricciones tras el largo periodo de pandemia y esto ha llevado a la vuelta a los hábitos de consumo previos. Pienso que ha sido un año de recuperar todo lo que habíamos “perdido”.
Como lecciones aprendidas en este tiempo, nos llevamos que la flexibilidad y la adaptación al cambio se han transformado en factores clave, porque las empresas debemos ser cada vez más dinámicas.
Para este 2024 queremos poner más atención aún en el ámbito sostenible, potenciando la economía circular y reduciendo al máximo el posible desperdicio del producto, por lo que esos son los departamentos que estamos fortaleciendo y por los que seguiremos apostando de forma más inmediata, al representar el valor de lo importante. También creo que debería haber más comunicación entre los diferentes agentes de la cadena para trabajar en la reducción de costes en situaciones que no aportan valor al producto. Los incrementos de coste han sido constantes en toda la cadena, siendo el productor donde más peso ha recaído. En la parte comercial hemos sacrificado márgenes para ayudar a amortiguar la subida de costes en campo.
Es complicada la recuperación de esos márgenes sin que afecte mucho a una demanda que ya está cada año más resentida, por lo que hay que ser capaces de transmitir el valor y calidad diferencial de nuestro producto.
«Queremos potenciar la economía circular y reducir al máximo el desperdicio»
Estrategias
Desde Kiwi Atlántico siempre hemos apostado por el I+D+i como un valor estratégico de nuestra planificación. A pesar de que en algunos casos cuesta más ver el retorno, seguimos apostando. Ejemplo de ello es nuestro proyecto de la planta de liofilización para poder hacer suplementos alimenticios naturales a partir de kiwi. Es una forma de aportar valor y diversificar.
En este objetivo y en el de reducir los costes, hemos solicitado diferentes ayudas en el ámbito de la digitalización, aunque la falta de relevo generacional en el sector primario complica este proceso. También hemos pedido ayudas para desarrollar el concepto de economía circular.
Hay que destacar que muchos cambios necesitan grandes plazos de tiempo para que estos puedan ser abordados y no pueden hacerse sin planificación, por lo que las empresas realizamos inversiones para adaptarnos a las nuevas regulaciones y tendencias y se necesita algo menos de incertidumbre en este sentido.