Desde la IGP Cítricos Valencianos consideramos importante que los agricultores se centren en producir con alta calidad y se fomente la renovación generacional. Sin un futuro, el sector no apostará por una modernización de la maquinaria, necesaria para el control de costes y una mejora en la selección de la fruta, aspectos clave para garantizar la competitividad del sector.
En la IGP y como fruto del esfuerzo y el trabajo de agricultores, comercializadores y envasadores hemos logrado en los últimos años estar presentes en 70 almacenes, con un crecimiento constante. Contamos con la participación de 15 cadenas a nivel nacional, sumando recientemente a DIA y Alcampo en 2023, y ampliando nuestra asociación con Alcampo en 2024 al incluir el limón en nuestra oferta.
La figura de calidad que representamos, con más de 200 años de experiencia y antigüedad, ha impulsado la demanda gracias a la reputación que hemos construido con los consumidores. En nuestro caso, el valor radica en diferenciar nuestro producto a través de su origen, requisitos de calidad y la sólida reputación que hemos forjado a lo largo de los años, lo cual nos ha abierto y nos abre la puerta de nuevos canales y mercados.
En este año 2024 enfrentamos desafíos después de dos años de merma. El mercado se había adaptado a la menor oferta y buenos precios, veremos ahora con una mayor producción cómo se adapta el mercado. Por su parte, la gran distribución, influyente en la fijación de precios, es esencial que equilibre la oferta y la demanda para garantizar precios justos para los agricultores y la sostenibilidad del sector.
En cuanto al futuro, hay preocupación por la competencia de Egipto, lo que podría afectar a los buenos precios que hemos experimentado. Por ello, la colaboración en la promoción de la naranja es fundamental para impulsar la demanda y mantener la relevancia en un mercado competitivo y cambiante.