Las elevadas temperaturas de febrero, propias de primavera, han acelerado el desarrollo de los cultivos, provocando una mayor oferta en una coyuntura de ralentización del consumo. Así lo analiza el director comercial de El Dulze, José Carlos Gómez, que destaca que se hace necesario un buen manejo de la producción y la gestión de las ventas, teniendo en cuenta la vida útil de producto para comercializarlo con todas las garantías de calidad y con una adecuada labor de promoción. “Cultivamos un producto vivo, muy perecedero, el mercado lo sabe y tienes que adaptarte a cada situación”, detalla.
Escasez de recursos hídricos
José Carlos Gómez asegura que nunca se había vivido una situación de tanta incertidumbre como la actual, con una disponibilidad de recursos extra limitada. Reconoce que supone un “quebradero de cabeza” porque, tras plantar en una finca, se reduce la disponibilidad de agua y “tienes que irte a otra y cambiar los programas de producción, pues no sabes si vas a tener agua suficiente para llegar al final del cultivo”. Este año, afirma que, con muchísimo esfuerzo, se logrará cubrir las necesidades, pero existe una gran preocupación de cara a la planificación de las próximas campañas.
El Dulze utiliza diversas fuentes de agua de regadío, dependiendo de la zona de producción en cada momento, pero estos recursos cada vez son más limitados. “La escasez de agua es un reto muy importante”, señala Gómez, que recuerda que “la interconexión de cuencas debía estar hecha, pero vemos que ahora no es viable (o eso nos dicen), y la reducción de trasvases tenía que haber sido menos drástica, ofreciendo más recursos vía desalación o pozos de sequía que no están funcionando”. Debido a esta falta de agua y a la incertidumbre, en momentos ha sido muy difícil preparar la segunda parte de la campaña, teniendo que buscar otras zonas de producción u otro tipo de cultivos para rentabilizar las fincas.
Sanidad vegetal
Gómez explica que la sequía, las condiciones climatológicas adversas y las restricciones de fitosanitarios están favoreciendo los problemas de Mildiu y Bremia, entre otras enfermedades para lo que están tomando medidas preventivas y, si es necesario, adelantan la cosecha. Contra el Fusarium llevan luchando 5 años, cuando monitorizaron todas las fincas, y están trabajando conjuntamente con las casas de semillas. “Ahora lo tenemos medianamente controlado, para nosotros es una prioridad contar con variedades con resistencias”.
Mecanización, en auge
El Dulze apuesta por la mecanización en procesos de producción porque “mejora la rentabilidad y reduce el problema de falta de personal”, aunque no mecanizan la recolección porque se envasa directamente desde el campo “para acortar plazos y mejorar la frescura”, pues comercializan en fresco.
Defensa del productor
Aunque El Dulze produce un 80% de lo que comercializa, el porcentaje restante procede de acuerdos con agricultores. Gómez destaca que la obligación de El Dulze es defender a esos agricultores para que obtengan rentabilidad y todos los eslabone de la cadena ganen. Y con los supermercados, reconoce que están trabajando de forma muy estrecha con varias cadenas para innovar en el producto.