Italia pisa los talones a España en ecológico
Italia, con 1,8 millones de hectáreas y un crecimiento del 20,4 % respecto a 2015, está “pisando los talones a España” en superficie ecológica, y, de continuar con este ritmo, podrían a recuperar su liderazgo.
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La producción ecológica en España ha registrado interesantes cifras de crecimiento en los últimos años, tanto en superficie como en consumo, pero hay que “poner estos datos en perspectiva” para no caer en “triunfalismos” y ayudar a consolidar así la agricultura bio española a futuro.
Así lo señala en una entrevista a Efeagro la consultora internacional sobre temas medioambientales y agricultura ecológica y miembro del Grupo de Liderazgo de Ifoam, Nathalie Parès, quien recuerda que aunque España lidera en Europa la superficie cultivada en ecológico (algo más de dos millones de hectáreas en 2016, últimos datos disponibles) su crecimiento porcentual ha sido bajo (+2,5 %).
Italia y Francia pisan los talones a España
Italia (1,8 millones de hectáreas y un crecimiento del 20,4 % respecto a 2015), Francia (1,5 millones ha y +16,3 %) y Alemania (1,25 millones ha y +14,9 %) están “pisando los talones a España”, sobre todo los italianos que, de continuar con este ritmo, podrían volver a recuperar su liderazgo europeo, señala la experta.
Además, el porcentaje que España destina a la producción bio sobre el total de la superficie agraria es del 8,7 % y, en el ránking europeo, se sitúa en duodécima posición; es decir, añade, “como primer país europeo en superficie eco no es el más potente” y vuelve a estar por delante Italia (14,5 %), en quinta posición.
Liechtenstein (37,7 %), Austria (21,9 %), Estonia (18,9 %), Suecia (18 %), Italia (14,5 %), Letonia (14,3 %), Suiza (13,5 %), República Checa (11,5 %), Finlandia (10,4 %), Eslovaquia (9,9 %) y Eslovenia (9 %) están antes que España, según datos recogidos en el anuario “El mundo de la agricultura ecológica” de Ifoam y FiBl.
No obstante, valora que de los algo más de dos millones de hectáreas en ecológico la superficie en conversión ascienda a 345.925 ha y que la clasificada como primer año en prácticas sume 264.143 ha: “España es el país (comunitario) donde esa progresión ha sido más fuerte” en 2016.
Punto positivo: el área ecológico que está en conversión
Respecto a la distribución de la superficie ecológica, la mayor parte corresponde a pastos, según Parès. Si bien “es una buena noticia para la ganadería, si contemplamos la producción bio como herramienta para la sostenibilidad y para bajar el impacto de la agricultura sobre el cambio climático, usar más de la mitad de esa superficie enfocada a la producción cárnica, no contribuye demasiado a ese objetivo”, asegura.
El consumo ecológico en España ha vuelto a registrar en 2016 cifras positivas de crecimiento, el 12,5 % más frente al año anterior, con casi 1.700 millones de euros, aunque “se ha ralentizado si se compara con el 25 % del año anterior”.
Europa es, tras Estados Unidos, el segundo mercado más importante y destacan, por delante de España, Alemania (9.500 millones de euros), Francia (6.700 millones), Italia (2.600 millones), Reino Unido (2.500 millones de euros), Suiza (2.300 millones) y Suecia (1.900 millones de euros).
Conectar con el consumidor más joven
En este sentido, Parès defiende que los procesadores deben innovar y llamar la atención de las nuevas generaciones con productos enfocados a clientes más jóvenes, ya que en España el principal consumidor de alimentos eco es el “sénior”.
Para ello deben, a su juicio, aprovechar también el tirón que tienen los “eco” en la distribución, ya que los híper y súper convencionales están entrando de forma decidida en el ecológico, lo que supone un importante respaldo para ayudar a difundir el producto bio.
Puntualiza, no obstante, que “las tiendas especializadas están resistiendo, y eso es interesante para el sector, porque son ellas las que promueven los valores ecológicos y ofrecen una mayor oferta de productos bio; y eso es bueno para mantener al consumidor interesado”.
Por otro lado, anima al sector ecológico a vertebrarse, a unirse en un grupo de presión que defienda sus intereses, porque en los próximos dos años hay que terminar el nuevo reglamento ecológico de la Unión Europea, además de plantear que de cara a la revisión de la Política Agraria Común (PAC), debe estar bien organizado, frente a las organizaciones agrarias clásicas, en defensa de sus intereses.
Fuente: Efeagro