Dos son las partes claramente diferenciadas que, según Grupo La Caña, ha tenido la campaña 2019/2020 de tomate y el 15 de abril es la fecha que marca el antes y el después. Hasta ese momento, el del tomate había sido un ejercicio estable en precios y, en el caso concreto de la firma granadina, cerró el invierno con un aumento del 12% en su volumen de producción. A partir de esa fecha, la situación se tornó mucho más complicada y, de hecho, “el final de la campaña ha sido duro en cuanto a precios y demanda, que también ha aflojado”, sobre todo en mayo y junio, explica Antonio García, su director comercial.
En esta segunda fase, García hace una clara diferenciación entre el mercado nacional, donde el consumo aumentó con la crisis del COVID-19, “en algunos casos hasta duplicando las ventas con respecto a campañas anteriores”; y los destinos de exportación, en los que la sobreproducción de países como Marruecos, Senegal u Holanda han provocado que “tengamos bastantes dificultades” en la comercialización.
A día de hoy, tanto los agricultores de Grupo La Caña como en sus dos plantas de producción, continúan extremando las medidas de seguridad e higiene impuestas durante la crisis sanitaria y que, solo en el caso del manipulado, han supuesto un aumento de costes del 25-30%. Aun así, la firma no prevé grandes cambios de cara a la próxima campaña, en la que “mantendremos nuestras líneas de trabajo y programas”.
«Ni Marruecos ni ningún otro país reemplazarán por completo a la producción española»
Este nuevo aumento de los costes de producción viene a agravar la falta de rentabilidad de este cultivo, cuya mejora “solo puede venir impulsada por el apoyo de las administraciones”, que deben reforzar el control sobre la entrada de producto de terceros países y “legislar pensando en las dificultades que tenemos en la producción española; de lo contrario, nuestro sector perderá competitividad”, lamenta García.
Pese a todo, el director comercial de Grupo La Caña confía en que “ni Marruecos ni ningún otro país reemplazarán por completo a la producción española”, que tiene varios factores a su favor: su cercanía, seguridad en el suministro, frescura del producto y una menor huella de carbono.
Nuevos proyectos
La firma tiene en marcha dos líneas de trabajo actualmente. La primera, la apuesta por fincas de producción propias tanto en hortícolas como subtropicales con el objetivo de alcanzar las 90 y 600 hectáreas, respectivamente. En segundo lugar, continúan aumentando su cartera de productos de V Gama, que comercializan bajo su marca Caña Nature, que acaba de obtener la certificación ecológica para sus elaborados a base de tomate. Ahora trabajan en el lanzamiento de dos nuevas referencias: zumos y humus de aguacate.
160 millones de € de facturación