Desafíos en la campaña citrícola
A pesar del optimismo inicial, la campaña citrícola enfrenta incertidumbres por la llegada de mandarinas sudafricanas que podrían solaparse con la producción nacional de ClemenRubÍ. Aun así, Sanz confía en que la Clemenules, conocida por su alta calidad, tendrá un buen año. También menciona que, aunque ha habido un aumento en la plantación de cultivos tropicales como el aguacate, el abandono de campos de cítricos está más relacionado con la falta de relevo generacional en fincas pequeñas y con la falta de rentabilidad del minifundismo.
Objetivo de futuro, llegar al consumidor
El principal objetivo de la IGP Cítricos Valencianos es aumentar el reconocimiento de la marca entre los consumidores, tanto a nivel local como europeo. Según José Enrique, es fundamental que el sello sea visible no solo en foros y congresos profesionales, sino también en campañas publicitarias que lleguen directamente al público. Tiene Sanz la esperanza de que, con el apoyo de la administración y del sector, se pueda lanzar una campaña sólida que impulse la marca Naranja valenciana de cara a las próximas Navidades.
A nivel europeo, el reto está en identificar nichos de mercado receptivos a las naranjas valencianas y realizar campañas publicitarias enfocadas en esas áreas. Si bien la falta de grandes presupuestos puede limitar el alcance, el sello sigue apostando por una mayor visibilidad tanto a nivel local como internacional. La IGP sigue ganando terreno en cadenas como Leclerc, Monoprix e Intermarché en Francia, Bennet en Italia y Metro en Alemania, y seguro que en otras cadenas más, aunque no siempre es fácil identificar dónde llegan los productos hasta que se observa la trazabilidad en las auditorías.