Tras una vida dedicada a la política en la rama de agricultura con el PSOE, ocupando cargos como europarlamentaria o secretaria general de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Mabel Salinas pasó en 2014 a ser directora de Comunicación de Grupo Caparrós. Su amplia experiencia en el sector agrícola y su capacidad de tener una visión global, le imprimen un carácter firme y decidido en la comunicación del Grupo, que se ha convertido en uno de los referentes de la agricultura europea.
La comunicación parece solo una cuestión de mujeres. El hecho de que se las encasille en puestos determinados, ¿ha sido una barrera en su desarrollo profesional? En mi caso no ha sido una barrera porque Grupo Caparrós, en materia de igualdad, avanza por la senda adecuada, pero hay que reconocer que la comunicación ha sido y sigue siendo una cuestión de mujeres, igual que el marketing es más de hombres. Lo preocupante, según mi punto de vista, es que existen pocas mujeres profesionales del sector de la comunicación ocupando puestos directivos o en los órganos de decisión que tanto influyen en la política de comunicación de la empresa.
¿Qué cree que aporta una mujer en el trabajo de comunicación en un sector donde la mayoría de los puestos de responsabilidad están ocupados por hombres? La comunicación es multiárea y debe estar bien integrada en la estrategia de la empresa. Aquí las mujeres aportamos una visión estratégica, detallista y de equidad.
“Las mujeres aportamos una visión estratégica, detallista y de equidad”
¿Han podido transmitir en sus campañas una línea de comunicación de la marca más igualitaria? Sinceramente sí, ayuda mucho que la comunicación esté al máximo nivel de la empresa, contar con un plan de igualdad, un código de lenguaje no sexista y tener compañeros y compañeras implicados en la lucha por la igualdad.
A nivel general, ¿cuáles son los puntos en los que cree que debe mejorar la comunicación del sector hortofrutícola? Es muy importante profesionalizar al equipo, trabajar cada día en el aprendizaje continuo de las necesidades de nuestros clientes y consumidores, saber sus preferencias de estilo de vida, tan variable en cada país, y poner en valor el trabajo de nuestros agricultores y agricultoras.