GRUPO IFA: “Contribuimos a vertebrar el territorio nacional”
Juan Manuel Morales, director general del Grupo IFA, expone que la compañía considera esencial que el sector agroalimentario sea sostenible económicamente y, para ello, debe existir un diálogo constante entre campo, industria, distribución y consumidores.
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Un modelo de confianza
Para Grupo IFA la confianza y la construcción de relaciones a largo plazo son, sin duda, los dos ejes sobre los que históricamente se sustenta la colaboración con nuestros proveedores. Es cierto que, más allá de los desafíos a los que todos hemos hecho frente estos últimos años, nuestra relación ha ido adaptándose y evolucionando a lo largo de este tiempo para dar una respuesta integrada y firme a los condicionantes de cada momento. En este sentido, en Grupo IFA siempre hemos estado a su lado cuando estos han tenido que acometer cambios estructurales ante producciones menos rentables. Así, desde nuestros orígenes, apoyamos los esfuerzos de los proveedores por aportar valor a las diferentes categorías mediante la innovación, y trabajamos para desarrollar un modelo de distribución que satisfaga las expectativas de las actuales y próximas generaciones.
En este sentido, apostamos por los mejores proveedores ya que en nuestros establecimientos prevalecen los productos frescos, garantizando siempre una materia prima de máxima calidad. Adquirimos las frutas y verduras más frescas en los mercados locales, basándonos en los más altos estándares de calidad.
Gracias a nuestro modelo de cercanía, además de ofrecer calidad a nuestros clientes, contribuimos a vertebrar el territorio nacional y generamos empleo y valor económico en zonas donde otros operadores no llegan. Con ello, además, prestamos especial atención a las zonas más despobladas y municipios más pequeños de la geografía española, facilitando así la vida de las personas. De hecho, uno de cada cuatro establecimientos ubicados en municipios de menos de 10.000 habitantes pertenece a Grupo IFA.
De cara al futuro
Queremos y deseamos que el sector primario, en general, se gane la vida. Son básicos para nuestros negocios, especialmente, para nuestro modelo de distribución regional donde los productos frescos suponen casi la mitad de nuestra facturación.
Es esencial que el sector agroalimentario sea sostenible económicamente y, para ello, debe existir un diálogo constante entre campo, industria, distribución y consumidores. Es prioritario hacerles partícipes y que los consumidores sean conocedores de la compleja situación a la que tiene que hacer frente la cadena.
Papel de la cadena
Es importante aclarar que las cadenas de supermercados hemos pasado en cuatro años de ser héroes de la pandemia a villanos de la inflación. Las críticas que hemos recibido son injustas. Muestra de ello son los datos de la rentabilidad de las empresas. En concreto, es reseñable el hecho de que el sector de la distribución gana dos céntimos por cada euro que vende. A lo largo de todo este tiempo hemos retrasado la subida de precio y luego la contuvimos todo lo posible. Por tanto, es injusto que se nos señale como los culpables de la subida del coste final de los alimentos. Asimismo, es importante tener en cuenta que los supermercados son el 7% de la producción agraria.
La diferencia entre los márgenes del productor y los precios en el lineal se deben a diversos factores, como los costos de producción, los márgenes de intermediación, los gastos de transporte y almacenamiento o la competencia en el mercado, entre otros. Es esencial que se promueva una mayor transparencia y comunicación de ello que contribuya a una mejor comprensión y, en consecuencia, no se señale a quienes no son responsables.
Más sostenible
El objetivo es que adoptemos un modelo sostenible a largo plazo. Para ello, es esencial incidir en que la producción y distribución de alimentos satisfagan las necesidades actuales, pero sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades. Esto implica adoptar prácticas agrícolas sostenibles, promover la diversificación de cultivos, reducir el desperdicio de alimentos y garantizar un acceso equitativo a una alimentación saludable para todos.
Así, priorizamos la calidad del producto y, cómo no, que los productores garanticen con todas las regulaciones y normativas establecidas. Más allá de esto, ponemos especial interés en que estos integren en sus procesos de producción técnicas sostenibles que, además de herramientas respetuosas con el medioambiente, contemple una estrategia en la que la sostenibilidad se trabaje en su triple vertiente.
A largo plazo
• Adoptar prácticas agrícolas sostenibles.
• Promover la diversificación de cultivos.
• Reducir el desperdicio de alimentos.
• Garantizar un acceso equitativo a una alimentación saludable para todos.