Entrevista a Ignacio Antequera, Senior Manager / Team Leader Technical Key Accounts Spain de GLOBALG.A.P.
Hace un año que pusieron en marcha la etiqueta GGN, ¿qué aceptación ha tenido entre las empresas del sector hortofrutícola? ¿Valora el consumidor la información que aporta?
El sello se puso en marcha en abril de 2021 y, desde que lo lanzamos, ha ido adquiriendo mayor aceptación cada día. Tanto es así que ya contamos con Eroski como la primera cadena de distribución que lo está utilizando en frutas y hortalizas en España, mientras que, en Portugal, el grupo Sonae ha sido el primero en introducirlo. La etiqueta GGN aporta transparencia y es una garantía para el consumidor. A medida que se vaya conociendo, se valorará más.
Hay un trabajo muy importante detrás para poder utilizar este sello. Los productores tienen que cumplir una serie de requisitos con el objetivo de aportar transparencia y valor a su trabajo y, para ello, realizamos campañas de promoción de la etiqueta, comunicación a través de nuestros distintos canales y también colaboraciones con sus usuarios.
Para los productores, es una manera de diferenciarse y poder hacer llegar a los consumidores el esfuerzo que realizan. Desde GLOBALG.A.P. solo queremos dar visibilidad a ese esfuerzo y, para ello, ponemos en manos de los consumidores las herramientas que les permiten verlo.
¿Cuáles son los principales requisitos para obtenerla?
Los requisitos son, básicamente, tener la certificación IFA de GLOBALG.A.P., que en España está muy extendida y no es un desafío; tienen que cumplir completamente con GRASP, la evaluación de riesgo de temas sociales y que también está muy extendida; participar de un sistema de control de residuos que, prácticamente, todas tienen ya; y, finalmente, debe existir trazabilidad del producto a lo largo de toda la cadena gracias a la certificación de cadena de custodia. En este último aspecto, hablamos de trazabilidad más allá del productor, esto es, que también los supermercados tengan la certificación que acredite que un producto concreto es de un productor también certificado. Una vez que se cumplen estos cuatro requisitos, el productor puede firmar un contrato de licencia con nosotros.
España parte de una situación privilegiada para obtener el sello, puesto que los requisitos no son nada nuevo, sino la combinación de exigencias que ya se venían implementando. No debemos olvidar que GLOBALG.A.P. es un marco internacional que fija unas normas iguales para todos, y la utilización del sello no solo permite dar garantías a los clientes, sino también al consumidor final. Supone, asimismo, un elemento de diferenciación para el productor, ya que no todos pueden tener esta certificación.
Para frutas y hortalizas, son ya 16 las empresas españolas que cuentan con la etiqueta GGN, una en Portugal y otra en Grecia. Y eso teniendo en cuenta que es algo muy reciente.
¿Es hoy más importante que nunca mejorar la transparencia?
El interés del consumidor español por estas certificaciones es creciente, pero es verdad que hay países muy avanzados en temas de sostenibilidad y demandas, y exigencias del consumidor. En España, seguimos evolucionando, y cada vez hay más consumidores que exigen estas garantías.
La sostenibilidad es algo que nos afecta a todos y cada vez resulta más importante realizar unas prácticas sostenibles; vemos cómo se reciclan las basuras, los distintos envases… Hay una mayor concienciación e interés. Por eso creemos que es un momento interesante para promover esas buenas prácticas, porque van a ser muy apreciadas por los consumidores.
¿Y también existe un mayor interés por conocer el origen del producto?
Así es, esta es una demanda al alza entre los consumidores, y eso es lo que proporciona este sello. Los productos vienen cada vez de más lejos, las cadenas de suministro son complejas y existe la necesidad de obtener toda esa información y ofrecérsela al consumidor.
Como decía, el lanzamiento de la etiqueta GGN tuvo lugar hace apenas un año y, con el ritmo de adhesiones que tenemos, dentro de poco veremos mucho más producto con ella en las estanterías, y no sólo en España, sino también a nivel internacional.