Contexto global
Europa ha puesto punto final a un 2022 que pasará a la historia por la inestabilidad social y económica, así como por una inflación que, al cierre del pasado año, superaba el 9%. Este aumento de precios ha pasado factura al consumo de frutas y hortalizas en general, pero también ecológicas, tanto en España como en el resto del continente, donde, por poner solo un ejemplo, el consumo de hortalizas bio cayó un 5,4% en Alemania en los primeros nueves meses de 2022, según datos de la consultora AMI.
“La psicosis del precio ha llegado a Alemania”, afirma Antonio Sánchez, presidente de Murgiverde, quien señala que, en la última campaña, “el margen con respecto al convencional llegó a reducirse tanto que, a veces, incluso, los precios se igualaron”. Sin ir más lejos, en el caso del tomate, la principal hortaliza bio exportada por España, el margen entre el rama convencional y el ecológico se redujo de los 0,30 euros/kg que los separaban en 2021/22 a apenas 0,09 euros/kg en el último ejercicio.
«La inflación va a provocar la desaparición de muchos productores ecológicos»
Pero no solo eso. El precio como driver de consumo ha ascendido tanto en la escala de factores decisivos de compra de los alemanes que los supermercados discount se han convertido en el principal canal de venta. “La guerra de precios ha hecho que el supermercado convencional pierda la batalla frente al discount”, lamenta Sánchez. Todo ello ha traído consigo que el mercado bio ya no crezca en valor en este país.
Un sector estancado
A nivel nacional, el panorama no es muy diferente. Y es que, si bien es cierto que la demanda de ecológico ha crecido más que la media del gran consumo, según la consultora IRI, lo ha hecho, sobre todo, debido al aumento del precio (+13,6%) y no tanto del volumen (+0,6%). Estas cifras demuestran que, en España, el consumo de frutas y hortalizas bio está, cuanto menos, ralentizándose, y esto hace que el sector se tema lo peor. “La inflación va a provocar la desaparición de muchos productores”, apunta Adolfo García, gerente general de Camposeven, para quien la actual situación económica podría traer consigo un reajuste de la superficie bio.
Pese a todo, frutas y hortalizas, con un 24,9% y 17,8%, respectivamente, son los productos que más espacio ocupan en la cesta de la compra ecológica de los españoles, según el último ‘Informe Anual del Consumo Alimentario 2021’ del Ministerio de Agricultura.
¿Hay futuro?
“Cuando más ha crecido el consumo de ecológico ha sido en las crisis”, afirma Álvaro Barrera, presidente de Ecovalia, para quien el sector ecológico en general, y el de las frutas y hortalizas en particular, tiene una oportunidad única en el Horizonte 2030. Las estrategias europeas ‘De la granja a la mesa’ y de Biodiversidad obligan a incrementar la superficie comunitaria cultivada bajo estas prácticas y, para lograrlo, es necesario trabajar en la promoción del consumo.
En este sentido, tanto Ecovalia como los propios productores abogan por un IVA reducido que, una vez finalice la supresión aprobada hasta junio, “rompa la barrera que aún supone el precio”, señala Fernando Martín, gerente de Bio Procam, así como por seguir dando a conocer la Eurohoja.
3 AMENAZAS
• Inflación.
• Guerra de precios.
• Caída del consumo.
Puede encontrar este y otros artículo de interés en nuestra última edición:
1 comentario en «Frenazo al ecológico»
«La inflación va a provocar la desaparición de muchos productores ecológicos»
Esperemos que eso no suceda. El campo en España juega un papel clave. Y aquí es importante que la diferencia entre el precio en origen y el precio al consumidor final, sea aceptable para ambos (grandes cadenas de distribución y agricultores). Y si no, que se generen nuevos espacios de interacción con el consumidor entre agricultor y consumidor directamente. Hay que apoyar el campo.