‘Frenazo’ a la expansión de la sandía en Almería
La tendencia al alza de este cultivo y el adelanto de sus plantaciones se han visto afectados por las incidencias metereológicas, a lo que se suma la apuesta por el calabacín ante la falta de rentabilidad en el otoño.
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En un primer avance sobre la cosecha de primavera, desde ASAJA señalan que se espera que este año se frene la tendencia al crecimiento en la superficie de sandía en la provincia y al mantenimiento de la superficie de melón.
Debido a diferentes circunstancias, entre ellas los costes y el granizo de este mes de enero en el campo de Níjar, lo que apuntaba a un nuevo incremento en la superficie de sandía en la provincia y a un adelanto de la misma se ha traducido en un estancamiento. Cabe señalar que una de las mayores zonas productoras de sandía es precisamente esta comarca, donde se produjo un incremento de los trasplantes para producción temprana, sin embargo, tras el paso de ‘Gloria’ podría producirse algo más de sandía tardía pudiendo solaparse en producción con la cosecha al aire libre.
En el caso de melón, se mantiene en general respecto al año pasado tanto en superficie como en las fechas de plantación, nuevamente hay tipologías como el Piel de sapo que siguen ganando terreno frente a otras como el Galia o el Cantaloup.
Lo que parece claro, señalan desde el departamento técnico de ASAJA, es que muchos agricultores optarán por el calabacín, motivados fundamentalmente por los precios del primer tramo de campaña y porque se trata de un cultivo “refugio” ante la mala rentabilidad, sumada al incremento de costes de producción, como por ejemplo la mano de obra. “Es un hecho que los agricultores están motivando sus decisiones de plantación por la crisis de precios y la necesidad de mano de obra, y esto vuelve a verse en la cosecha de primavera donde vuelven a elegirse calabacín, sandía y melón fundamentalmente”.
En el caso del calabacín, desde ASAJA trasladan su preocupación por el nivel de rentabilidad que está teniendo este producto, cuyo precio en la última semana ha caído un 38%, pero a lo que se suma que si bien diciembre y enero tradicionalmente no son malos para este producto, este año su precio en enero ha estado un 16% por debajo de la media de los últimos ocho años y es uno de los productos que peor campaña está teniendo, con un descenso de valor del 30% respecto a la media de las últimas 8 campañas.