Las cadenas de supermercados verán fijados sus márgenes por valor de varios cientos de millones de euros al rebajar productos durante una campaña de tres meses. Los alimentos seleccionados llevarán un logotipo con la bandera francesa y el lema «trimestre antiinflación».
“Este es un acuerdo sólido que será visible y protegerá a nuestros ciudadanos”, dijo el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire en una conferencia de prensa. «Combatir la inflación es asunto de todos».
El mayor aumento de precios se está convirtiendo en un desafío cada vez más difícil para el presidente francés, Emmanuel Macron, quien ya enfrenta protestas masivas por sus planes para reformar el sistema de pensiones.
Si bien se gastaron grandes sumas para contener el shock inicial de los precios de la energía que comenzó a fines de 2021, las tensiones en las finanzas públicas han obligado a reducir parte de este apoyo. La inflación de alimentos es una tarea aún más complicada ya que el gobierno puede intervenir con menos facilidad que en los mercados de electricidad y gas natural.
El mes pasado, los ministros promocionaron una «cesta antiinflación» que actuaría como un índice armonizado para que los consumidores comparen precios, pero la idea se abandonó tras conversaciones con los supermercados.
El presidente ejecutivo de Carrefour, Alexandre Bompard, uno de los varios jefes minoristas que se reunió a Le Maire el lunes, dijo a los periodistas que los recortes de precios los decidirían las cadenas individualmente y afectarían principalmente a sus propias marcas, donde hay más margen de maniobra.
“Las medidas tomadas por diferentes minoristas son por naturaleza diferentes porque existe un principio de libertad para que los minoristas puedan proponer las promociones más eficientes para los clientes”, dijo. Las acciones de Carrefour y de su competidor Casino Guichard-Perrachon SA cayeron más de un 1% tras el anuncio en París.
En España, a pesar de los recortes al impuesto sobre los alimentos en enero, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está bajo presión para hacer más, ya que la inflación de los alimentos supera el 15%. Su socio de coalición exigió la semana pasada un tope en el precio de los alimentos y un descuento del 14% en 20 artículos básicos.
Le Maire descartó recortar los impuestos sobre las ventas en Francia, que dijo que sería demasiado costoso para las finanzas públicas e ineficaz para reducir los precios. Cuando expire la iniciativa antiinflacionaria, dijo, el gobierno ha pedido a los minoristas que renegocien los precios con los mayoristas para reflejar las recientes caídas en los precios al productor. “Hay pocos referentes en la historia reciente de una situación en la que todos los distribuidores acuerden participar colectivamente”, concluyó.