Por un lado, el Ministro ha prometido que se garantizaría un caudal mínimo para riego en el departamento, para amortiguar las pérdidas de producción. Ha señalado que es una necesidad garantizar la propia supervivencia de la planta, especialmente en arboricultura y que esta supervivencia es una necesidad absoluta para asegurar la soberanía alimentaria de Francia.
Además, el Ministro ha avanzado que el gobierno francés cubrirá la pérdidas producidas por la sequía. La reforma del seguro de cosecha, que entró en vigor el 1 de enero cubrirá parcialmente las pérdidas (pérdida de cultivos y pérdida de los medios de producción), incluso para los agricultores que no están asegurados. Todas las producciones que se verán fuertemente afectadas por la sequía en los próximos meses se beneficiarán de un subsidio denominado “solidaridad nacional” al final del período de producción, sin topes vinculados a decisiones administrativas.
Para fortalecer el flujo de caja de las explotaciones, el gobierno francés va a aplicar la desgravación fiscal sobre terrenos no edificados y un aplazamiento de las contribuciones sociales para los agricultores interesados.