Con una previsión total de 285.264 Tn de producción, lo que supone un incremento de un 4,5% con respecto a la del 2020 y con una calidad excepcional de la fruta. Se espera una campaña con un volumen medio, en lo que a producción se refiere, ya que el potencial productivo la región extremeña se sitúa entorno a las 320.000 Tn.
Este aumento en la producción respecto al año pasado es debido a que ,aunque bien es cierto, las condiciones no han sido al 100% favorables, por bajas temperaturas algún granizo y falta de cuajado no han sido de la magnitud de las del año 2020 que supuso una merma significativa de producción, especialmente en cereza, por otro lado señalar que la entrada en producción de nuevas plantaciones han contribuido a este incremento. Entrando al detalle por especies frutales el mayor incremento lo tendremos en la producción de cerezas, que el año pasado por las condiciones meteorológicas vio reducida su producción casi al 50% , le sigue la nectarina con un incremento del 4%, ciruela y melocotón con un 3%.
En líneas generales podemos hablar de una campaña media en producción, con una excelente calidad y con buena perspectiva de comercialización, Extremadura sigue siendo pionera en el acceso a los mercados, ya que el 75% de la producción total se exporta y de este el 15% suponen exportaciones extracomunitaria, mayor porcentaje que ninguna otra región española, llegando a países tan lejanos como Sudáfrica, Brasil, Canadá, India, Singapur, etc.
Con estos volúmenes de producción la fruticultura continúa siendo el mayor generador de empleo agrario, lo que contribuye al desarrollo de las zonas rurales así como a la fijación de población en las mismas. En definitiva un sector de futuro, importantísimo para economía social de la región, en estos años tan complicados, pero con grandes retos que se superaran uniendo voluntades y esfuerzos.