Estas flexibilidades fueron solicitadas por España a la Comisión Europea (CE) el pasado mes de abril, tras constatarse la imposibilidad para viticultores y organizaciones de productores de frutas y hortalizas (OPFH) de cumplir con algunos de los requisitos exigidos debido a la situación de sequía.
En el caso de las OPFH, los reglamentos permiten que éstas puedan recurrir a producciones de terceros para atender sus compromisos de suministro en un volumen superior al de su producción propia. Esta posibilidad es muy importante porque evitará que las organizaciones puedan perder clientes por la caída de la producción de sus socios a causa de la sequía u otras adversidades climáticas.
Los reglamentos eliminan también las restricciones en el uso de los fondos para las medidas de prevención y gestión de crisis, e incrementan hasta el 60 % el nivel de financiación comunitario, que de manera ordinaria es del 50 %.