Escalonar las campañas de fresa para minimizar los daños colaterales

Según las previsiones que maneja la Asociación de Productores y Exportadores de la Fresa de Huelva, la crisis sanitaria ha provocado, entre otros efectos colaterales, que la producción en fresco se reduzca este año más de un 20% con respecto al anterior, por lo que el volumen total puede situarse en torno a las 250.000 toneladas de fresas. A esta cantidad, además, hay que quitarle el porcentaje que se destina a la industria, sobre un 17%, por lo que la cifra final puede acercarse a las 230.000 toneladas.

Para poder contrarrestar mejor este tipo de adversidades, el gerente de Freshuelva, Rafael Domínguez, propone planificar la campaña de una forma más escalonada. En vez de concentrar la producción en los meses de abril y mayo, el objetivo es intentar mantener un nivel adecuado de comercialización desde noviembre a junio.

Permanecer en los mercados tanto tiempo con una fresa de calidad ya es posible, según Rafael Domínguez, sólo se requiere seleccionar las variedades más idóneas para cada etapa de la campaña y programar las hectáreas que deben entrar en producción a lo largo de la misma. “Hay que impedir que la fresa temprana coincida en el tiempo con la de temporada”, recalca.

En este sentido, Domínguez señala que “tenemos que aprender de los productores de arándanos y frambuesas, que han sabido reaccionar y ya no se juegan la campaña en una sola cosecha. Ahora tienen dos: una temprana y otra tardía. Todos han aprendido la lección y ahora también la fresa. Igual, con esta pandemia se reacciona. Si el año pasado decíamos que el agua y la mano de obra iban a obligar al sector a reconvertirse, es posible que ahora el coronavirus propicie este cambio tan necesario”.

El gerente de Freshuelva asegura que de esta forma no solo se reducirían los daños económicos que pudieran ocasionar nuevas situaciones anómalas que coincidan con los momentos álgidos de la campaña, sino que también se solventaría, en parte, la problemática de la mano de obra, que ya no tendría por qué concentrarse la demanda de temporeros durante un periodo tan específico ni en un número tan elevado.

Fuente: Agrodiario Huelva