Nuevo centro de confección
Bajo estas premisas el centro de confección de Faura (Valencia), cuenta con tecnología avanzada para la selección y procesamiento de cada pieza de naranja y mandarina como, por ejemplo, su calibrador electrónico que, como indica Plasencia Carbó, “nos permite automatizar la clasificación de la calidad y el calibre-peso de la fruta”.
Desde esta campaña entra en funcionamiento un nuevo centro en Benavites, muy cerca del actual, dedicado exclusivamente a naranja y así reservar el de Faura para mandarina. “De esta manera optimizamos recursos, agilizamos operatividad y maximizamos capacidad de respuesta”, afirma el responsable de cítricos de esta empresa familiar. No hay que olvidar que la filosofía de esta entidad es estar en constante evolución. Plasencia dispone de producción propia y de sus colaboradores, conocedores de sus tierras y de sus cultivos de cítricos de proximidad que aportan valor añadido a cada fruta. “Son plantaciones repartidas por diferentes zonas productoras del Mediterráneo que cubren el máximo calendario posible de producción nacional y, como he comentado anteriormente, respetando la estacionalidad de cada variedad”.
Plasencia comercializa esta producción bajo su marca propia porque, como argumenta Paco Plasencia, “disponer de marca propia en el mercado es una herramienta de diferenciación que, en nuestro caso, traslada al cliente nuestro exhaustivo control sobre las naranjas y mandarinas que vendemos” y enfatiza que “la marca Plasencia significa para el cliente, entre otros aspectos, calidad, compromiso, servicio, equipo, innovación y experiencia”.