Sostenibles, ahora y siempre
En Huercasa lo tuvieron claro desde sus orígenes, “hay que estar por encima de las modas”, como afirma su presidente, Félix Moracho. Por ello, el protagonismo adquirido por la sostenibilidad o la preocupación actual por el desperdicio alimentario no es algo que les haya ‘pillado’ por sorpresa, “siempre nos hemos planteado ambas cuestiones con rigor y seriedad”. Y es que, si algo define su estrategia empresarial, es su visión a medio y largo plazo.
Por ello, siguen abogando por el bio, a pesar de que la actual situación económica ya impacta en el consumo; y no ponen freno a la innovación: “En los últimos cincos años, ha sido prioritaria para nosotros”, afirma Moracho. En este sentido, explica que, más que en nuevos desarrollos, se han centrado en la mejora y optimización de procesos, la reducción de costes y el segmento ecológico. “Y hemos conseguido cosas muy interesantes: tenemos un producto de mayor calidad, mejor color, sabor…”, detalla.
Las novedades, en Madrid
Pero si hasta ahora han puesto el foco en la mejora de su operativa diaria, en este 2023, llegarán los lanzamientos. “En la próxima Fruit Attraction, presentaremos alguna nueva gama más rompedora de productos de fácil preparación y consumo”, avanza Moracho, que aún así no desvela más detalles. En lo que sí abunda es en las prioridades de su estrategia empresarial: “Tenemos que trabajar hacia una mayor integración y, en innovación, seguir creando productos que sean útiles para los consumidores”.
«Todos valoramos mucho la sostenibilidad cuando es otro el que paga»
Un escenario “inasumible”
Moracho arroja cierta dosis de “realismo” sobre el sector y una cuestión tan de moda como la sostenibilidad. “Se están dando pasos para reducir el desperdicio alimentario, pero no se podrá eliminar al 100%”, afirma con rotundidad, a la vez que comenta que, en su caso, “hemos conseguido un 100% de aprovechamiento de nuestros productos”.
Sobre la declarada ‘guerra al plástico’, es más duro aún: “Todos la valoramos mucho cuando es otro el que paga”, en clara alusión al consumidor y la gran distribución. Y todo ello ocurre mientras Europa “nos lleva a escenarios absolutamente inasumibles”, ya que continúa eliminando materias activas sin alternativas para la producción. “Bruselas está marcando un ritmo que la sociedad no puede seguir”, concluye.