Cooperativas Agro-alimentarias de España participó ayer en el Grupo de Contacto de Melocotón, Nectarina y Albaricoque del Comité Mixto de España, Francia, Italia y Portugal y el Foro Europech en el marco de la feria MEDFEL, los dos eventos europeos en los que los representantes de los principales países productores de la UE (Italia, Francia, Grecia, España) analizan y comparten la previsión de cosecha de fruta de hueso europea desde hace más de 30 años.
Los participantes coincidieron en señalar las dificultades para elaborar una previsión de cosecha, a tenor de las circunstancias climatológicas que atraviesan las principales regiones productoras. Las cifras reflejan el estado de desarrollo de las plantaciones a mediados de mayo, antes de las citadas condiciones extremas de falta y exceso de lluvia, respectivamente.
En España, la cosecha de fruta de hueso dependerá directamente de la disponibilidad hídrica durante las próximas semanas y a lo largo del verano, especialmente en el valle del Ebro, en un contexto de sequía severa, después de un invierno y primavera muy secos. Cooperativas Agro-alimentarias de España prevé un volumen de producción superior al millón y medio de toneladas, 1.548.683 Tm., un 50% más que en 2022, cuando la producción apenas alcanzó el millón de toneladas, el registro más bajo de los últimos 10 años.
Tal y como destacó el presidente del Grupo de Trabajo de Fruta de Hueso, Javier Basols, “estas cifras de producción potencial se explican por el buen desarrollo alcanzado por los frutos, al no haberse registrado ningún accidente climático grave en primavera que haya impedido una floración y cuajado correctos, y que permitirían devolver a la normalidad el nivel productivo en España, después de tres campañas muy cortas”. “Este potencial productivo -insistió Basols- solo se alcanzará si las disponibilidades hídricas dieran un vuelco en las próximas semanas, y permitieran evitar las severas restricciones de riego anunciadas, debido al bajísimo nivel de los embalses que abastecen al valle del Ebro. De lo contrario, el sector sufrirá graves pérdidas cuantitativas, reducción de calibres, acortamiento de la campaña e, incluso, en el peor de los casos, afecciones en la pervivencia de los árboles”.
Por productos, la nectarina ofrecería la mayor producción de la categoría, alcanzando las 621.146 toneladas, seguida del melocotón con 299.449 toneladas, la pavía con 292.159 toneladas y el paraguayo 335.929 toneladas. En su análisis por regiones, cooperativas indicó que, a diferencia de lo ocurrido en el norte del país, las zonas productoras más tempranas, con Murcia a la cabeza, están menos afectadas por la escasez de agua y mantendrán una producción más estable, con algunos casos de mermas en calidad o cantidad, como consecuencia de limitaciones de riego o de algunas anomalías térmicas acontecidas.
Respecto al comportamiento del mercado, Javier Basols, manifestó su confianza en que la salida de la fruta de las distintas regiones se produzca de manera fluida y con cotizaciones equilibradas que permitan compensar los incrementos de costes de producción (inputs, mano de obra) soportados por los agricultores y sus cooperativas, disparados especialmente por la guerra en Ucrania. El sector espera, además, que la climatología en los principales focos de consumo en Europa alcance pronto y sostenidamente temperaturas estivales, favorables al consumo de fruta de verano.
En cuanto al resto de países europeos productores, Italia -con datos no actualizados, anteriores a las inundaciones- ha expuesto dos realidades muy diferentes. En el norte, caída de la producción (-35%) como consecuencia de las heladas de abril y otras anomalías térmicas que afectaron a Emilia Romaña, y en el centro y sur, ligero incremento. En total, la producción (422.602Tm. en melocotón; 446.595 Tm. nectarina, 63.822 Tm. de pavía) se quedará por debajo del millón de toneladas, un nivel similar al de 2022, pero lejos de la oferta de 2019.
Portugal, Francia (con una previsión de 231.013 Tm.) y Grecia (con 665.840 Tm.) se mantienen en niveles de producción muy similares a los de 2022, aunque la amenaza por la falta de lluvias y de disponibilidad de agua de riego preocupa también en algunas de las regiones de producción.
El sector concluyó que la adaptación y mitigación del cambio climático -en particular en lo que se refiere a la disponibilidad de agua- es un reto principal que marcará sus estrategias a medio y largo plazo. También relacionado con el cambio climático y con la presión normativa de la UE, preocupa a todas las organizaciones europeas, las crecientes limitaciones de acceso a herramientas de control de plagas y enfermedades, (supresión de materias activas y productos fitosanitarios, limitación de su uso), lo cual está dejando sin protección fitosanitaria a las plantaciones europeas y mermando su competitividad.
Finalmente, los profesionales aprovecharon también para intercambiar información sobre otros condicionantes que les afectan, como el incremento de los costes de producción y el efecto de la inflación sobre el consumo. Los participantes se reunirán en junio para actualizar sus aforos, cuando dispongan de una visión más realista de los volúmenes de producción de melocotón, nectarina, paraguayo y pavía que entrarán en el mercado este verano.