Se ha mandado un mensaje de tranquilidad, insistiendo que no hay ningún peligro para los consumidores y que tanto las administraciones nacionales y europeas, así como los productores están tomando todas las medidas necesarias para evitar la propagación. También se destacó que el virus ToBRFV no se puede trasmitir a personas, pero si tiene un riesgo para tomates y pimientos, causando graves daños a estas producciones.
Según Laurent Bergé, presidente de AOP Tomates y pepinos de Francia: “Se está haciendo todo lo posible para acotar el problema”. “Estamos trabajando en todas las medidas de bioseguridad, en alusión al desarrollo, junto a los servicios estatales del Gobierno francés, de un plan de monitorización que permitirá la vigilancia permanente de una eventual evolución del virus”.
Laurent Bergé también destacó que otros virus han sido contenidos en el pasado, gracias a medidas de seguridad bastante elevadas. “A diferencia de otros países como Holanda, nuestras explotaciones están mucho más dispersas en todo el país, por lo que el riesgo de contaminación de una finca a otra es más limitado”, agregó. Sin embargo, «si no podemos contener el contagio/la propagación, el riesgo estriba en que el sector del tomate puede entrar en declive rápidamente ya que se trata de un virus particularmente virulento”, agregó en alusión a los vectores implicados en la transmisión (como envases o palets).