Así se desprende del último Índice de precios en origen y destino de los alimentos (IPOD) que la asociación agraria COAG difunde mensualmente y que arrojó para el pasado mes de junio una diferencia porcentual del 887 % entre el precio en el campo y el que paga el consumidor por un kilo de naranjas.
También sufren grandes variaciones de precio del campo a la mesa el ajo (749 %), la zanahoria (629 %), la patata (575 %), la ciruela (562 %), la lechuga (511 %), la sandía (503 %), el brócoli (456 %) o el limón (398 %).
Los precios que menos se modificaron en junio en su transcurso por la cadena alimentaria fueron los huevos M, cuya diferencia origen-destino fue del 20 %; el aceite de oliva virgen extra (AOVE), con un crecimiento del 51 %, y los champiñones (82 %).
Con los datos de junio, el IPOD general o número de veces que se multiplica el precio de origen hasta que llega al consumidor se sitúa en 4,24, una cifra que sube a 4,60 para los productos agrícolas y baja al 2,79 para los ganaderos.