LA UNIÓ de Llauradors denuncia que el Plan de Acción que puso en marcha el Ministerio de Agricultura en septiembre del pasado año contra el Cotonet de Sudáfrica (Delottococcus aberiae) no ha servido para frenar la expansión de esta plaga por la mayor parte de las zonas citrícolas de la Comunitat Valenciana e incluso ha entrado ya en Murcia y Catalunya.
La organización indica que el Cotonet es ya un problema de emergencia nacional citrícola y por ello reclama un mayor presupuesto al Ministerio de Agricultura para frenar esta plaga importada que pone en jaque a la citricultura valenciana y a la del resto del Estado. En la última Conferencia Sectorial se repartieron para este año un total de 11,8 millones de euros para la prevención y lucha contra las plagas agrícolas, una cantidad totalmente insuficiente para hacer frente a ellas. Solo la Generalitat Valenciana ya invierte de fondos propios un total de 26 de millones de euros para prevenir y combatir las plagas.
El objetivo del plan de acción para el MAPA era “evitar la dispersión de Delottococcus aberiae, y reducir su incidencia en los lugares donde actualmente está presente con el fin de que los daños provocados en las especies hospedantes se minimicen”. Sin embargo, lejos de lo anterior el Cotonet se ha extendido por la mayor parte de zonas citrícolas de la Comunitat Valenciana y a las que ya se refería el Ministerio en su Plan hay que añadir las comarcas del Camp de Túria, La Serranía o la Ribera Baixa en la Comunitat Valenciana o las vecinas Catalunya y Región de Murcia donde también ha entrado ya la plaga. Su proceso de dispersión es creciente y cada vez hay más zonas infestadas.
También se indicaba en el Plan de Acción del MAPA que “se iría actualizando siempre que se considere necesario a medida que se produzcan avances en el conocimiento científico de la plaga y en sus medidas de control”, circunstancia que no le consta a LA UNIÓ que se haya hecho y aboga por una actualización urgente del mismo porque la situación así lo requiere.
El Plan de Acción del MAPA frente al Cotonet indicaba también que “las medidas encaminadas a evitar una propagación de la plaga consisten en la aplicación de medidas higiénicas y de bioseguridad. Con carácter general, cualquier movimiento de cajas, personas y maquinaria, entre zonas infestadas y zonas no infestadas, solo se podrá producir previa desinfestación y limpieza”. LA UNIÓ cree que para garantizar una estrategia adecuada de control y establecer esas medidas higiénicas y de bioseguridad habría que establecer ayudas por parte del Ministerio de Agricultura para la implicación de todos los agentes implicados.
Y es que un reciente estudio de LA UNIÓ ya pone de manifiesto que los gastos que los agricultores se ven obligados a realizar para luchar contra el Cotonet suponen en estos momentos un aumento del 55% sobre los costes totales de producción en los cítricos. Los costes para combatir las plagas alcanzan así una cifra de 5.243 €/ha, de los cuales 3.699 €/ha se destinan al Cotonet, lo que representa un incremento del 239% en relación a los costes habituales para este tipo de tratamientos. Luchar contra la plaga del Cotonet supone que los costes de producir un kilo de cítricos se eleven en 0,14 €, una cantidad inasumible para los productores. Carles Peris, secretario general, indica que ”no puede ser que quienes no tenemos la culpa de que entrara la plaga, ahora debamos hacer frente con nuestros propios recursos a la plaga, por ello insistimos en que el Ministerio de Agricultura no nos puede dejar en la estacada”.
En las plantaciones citrícolas hay cada vez más temor a detectar la aparición de Cotonet. Los daños más importantes se producen en el fruto cuando éste es pequeño, ya que el insecto es capaz de causar fuertes deformaciones y reducir su tamaño que comportan su completa depreciación comercial. Por otra parte, al igual que el resto de pseudocóccidos, se alimenta de savia y excreta melaza que causa la proliferación de hongos saprofitos y fumagina (negrilla). Estos hábitos alimenticios conllevan una disminución de la fotosíntesis y la pérdida del vigor de la planta.