En este curso, el pimiento continuará erigiéndose como el cultivo estrella en el agro almeriense, mientras el tomate seguirá siendo la cruz. El pimiento registrará una fuerte subida hasta las 11.570 hectáreas, lo que supone 445 más que la campaña pasada, la 2018-2019 , que fue de 11.125 hectáreas, lo que representa un 4% de incremento. Desde 2017, el pimiento presenta un aumento acumulado, en estas dos últimas campañas, de 1.400 hectáreas.
Según la Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de Almería, las razones de este aumento hay que buscarlas en que este cultivo tiene muy avanzadas las técnicas de control biológico, “que podemos calificar de excepcional. El control biológico y la producción integrada es la clave, cultivado en el cien por cien de la superficie con esta técnicas. Por otra parte las cotizaciones de los precios del pimiento, aunque con los habituales altibajos, se han comportado de manera consistente en las últimas campañas”.
En el caso del tomate, la estimación de la Junta recoge que la superficie va a descender hasta las 8.790 hectáreas, 765 hectáreas menos que la campaña pasada (9.555 hectáreas), lo que representa un 8% menos.
Según la Secretaría General Provincial de Agricultura de Almería, las razones de esta disminución hay que buscarlas en la dificultad del control de la tuta absoluta durante la campaña pasada, y por otra parte, a la mayor cantidad de mano de obra necesaria para sacar este cultivo, con lo que los costes de producción se han encarecido en mayor medida y hace que los agricultores tomen la decisión de cambiar a otros cultivos de menor impacto salarial.