El mal seco de los cítricos afecta a los productores malagueños
La Consejería de Agricultura articula un sistema de compensaciones económicas por la aplicación de medidas fitosanitarias para erradicar esta plaga.
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Seis meses después de que se declarara oficialmente la plaga del mal seco de los cítricos en la provincia de Málaga, enfermedad que obligó a diversos agricultores del valle del Guadalhorce a tener que arrancar sus plantaciones de limones, la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha articulado por fin un sistema de indemnizaciones por la aplicación de las medidas fitosanitarias obligatorias acometidas para la prevención y lucha contra el hongo causante del mal. La declaración de la plaga se produjo en julio de 2017, aunque la detección del foco se produjo en julio de 2015. Sin embargo, no fue hasta ayer cuando se publicó en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) la orden que establece las compensaciones por los perjuicios ocasionados y las acciones decretadas para su erradicación desde la aparición del mal seco. Esto significa que los agricultores llevan más de dos años esperando las indemnizaciones.
La enfermedad la causa el organismo nocivo Plenodomus tracheiphilus (Petri), que ataca esencialmente a cultivos de limones. Los productores afectados tuvieron que arrancar los árboles para erradicar la plaga, que se encuentra presente en Europa (Albania, Bélgica, Chipre, Francia, Georgia, Grecia, Italia, Holanda, Rusia y Turquía), Asia (Irak, Israel, Líbano, Siria y Yemen) y África (Argelia, Túnez, Libia y Egipto). Su detección en julio del año 2015 en algunos municipios malagueños fue la primera que se registraba en el territorio nacional . Ello motivó la puesta en marcha del protocolo marcado para su control y eliminación y para evitar su propagación por el resto la comunidad autónoma. Se dictaron, en concreto, las medidas fitosanitarias recogidas en el programa oficial contra este organismo y se emitieron las resoluciones correspondientes a las distintas manifestaciones de la plaga en el periodo 2015-2017.
El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha expuesto, en este sentido, que “contamos con instrumentos no sólo para combatir las distintas enfermedades que puedan atacar a nuestros cultivos, sino también para compensar los gastos que causen las imprescindibles labores de prevención, control y erradicación de las plagas vegetales y para reparar los daños generados por las mismas”. En el caso del mal seco de los cítricos, se trata de dar cobertura tanto a los costes justificados del arranque y destrucción de material vegetal como al valor de las plantaciones de cítricos y del material vegetal de productores y comercializadores situado en vivero.
Las indemnizaciones se financiarán con cargo a los créditos aportados por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente(50%) y con recursos propios de la Administración autonómica (50%). Pueden solicitarse durante un periodo de un año a contar desde la fecha de ejecución de las medidas fitosanitarias obligatorias y se elevarán a un máximo de 2.500 euros por hectárea, en el caso de los gastos derivados del el arranque y destrucción de material vegetal de cítricos en plantaciones afectadas por el Plenodomus tracheiphilus; y de 50 euros por árbol si se trata de plantaciones comerciales o de carácter ornamental.
El valor de las plantaciones de cítricos, en función de los baremos de estado y edad, es de 24.000 euros por hectárea para aquellas que se encuentran en plena producción y oscilan entre los 8 y los 27 años y de 10.500 euros para las que cuentan con una antigüedad de entre 28 y 35 años. Este montante se reduce a 8.000 euros para las que están en periodo de crecimiento e improductivo con una edad inferior a los ocho años y a 3.500 euros para las que superan los 35 años y se hallan en situación de senescencia. En cuanto al material vegetal de cítricos localizado en viveros, se apunta una indemnización de 1,5 euros por planta que incluirá el valor comercial y los gastos derivados de su destrucción.
Fuente: Diario Sur