El limón es una fruta con alto contenido en vitamina C, que contribuye a la formación normal de colágeno y a proteger a las células frente al daño oxidativo. Dos propiedades muy interesantes para el cuidado de la piel… y para la práctica deportiva en condiciones de frío.
A pesar de que estamos viviendo un otoño particularmente benigno, nos encontramos ya a las puertas del invierno, y gran parte de nuestro país se está topando por fin (o lo hará pronto) con las temperaturas gélidas que suelen acompañar a estas fechas. Un período particularmente agresivo para nuestra piel, que sufre toda clase de dolencias a causa del frío. Así que es el momento perfecto para poner en práctica aquellas estrategias y consejos que puedan ayudar a fortalecerla ante el reto que suponen los próximos meses. Es decir, hidratación, protección solar… Pero puede que haya un aliado en esta lucha que no conozcas. Consumir limón, cuyo alto contenido en vitamina C contribuye a la formación normal de colágeno para el funcionamiento normal de la piel.
Según los expertos, existen varios mecanismos por los que las bajas temperaturas afectan al órgano más grande del cuerpo (y el más expuesto a los elementos): por un lado, sus vasos sanguíneos se contraen para reducir la pérdida de calor; eso significa menos oxígeno, lo que a su vez provoca que se acumulen las células muertas. Por otro, se reduce la secreción de las glándulas sebáceas, lo que causa la sequedad que a menudo sentimos mientras dura el frío intenso. Tirantez, rojeces e irritación son otras de esas molestias típicamente invernales.
Entre las cosas que podemos hacer para disminuir su impacto, después de la hidratación, destaca una: mantener una dieta con el suficiente aporte de nutrientes, que permita a nuestra piel seguir cumpliendo su cometido incluso en condiciones extremas. Y ahí entra el limón, un cítrico que constituye una importante fuente de vitamina C… además de estar de temporada tanto en verano como ahora. Cada 100 g de este ingrediente clave en nuestra gastronomía contienen unos 50 mg de vitamina C, casi la mitad del consumo diario recomendado por los profesionales de la nutrición. Este, en adultos, oscila entre 95 y 110 mg al día, como recoge el Informe del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) sobre Ingestas Nutricionales de Referencia para la población española (2019). Una cantidad que asciende a 105 mg para las embarazadas y a 155 mg para madres en lactancia.
O lo que es lo mismo: que, a partir de los 20 años, se podría consumir al menos entre dos y tres limones diarios para cubrir las necesidades de vitamina C de nuestro organismo. Y, por cierto, el limón puede ser un potente aliado en otras facetas de nuestra vida, como el deporte, especialmente en período invernal: no en vano, el colágeno es un componente fundamental de los tejidos conectivos en tendones, ligamentos o músculos.
Recurrir a la vitamina C también para prevenir los virus
Además, al ser este el primer invierno tras la pandemia de la Covid-19 sin mascarillas en espacios cerrados (excepto el transporte público), se prevé que en los próximos meses haya una alta incidencia no solo de este virus, sino también de gripe, bronquiolitis… Y, precisamente, otra de las virtudes de la vitamina C es que contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario, puesto que, según AESAN, ayuda a proteger las células contra el daño oxidativo.
Estas y otras cualidades del limón de origen europeo son difundidas por la Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo (AILIMPO) en la campaña de promoción Welcome to the Lemon Age, la cual cuenta con el respaldo de la Unión Europea, con el objetivo de fomentar su consumo entre las nuevas generaciones de consumidores de Alemania, Francia y España; y que se valoren y aprecien más propiedades diferenciadoras como, por ejemplo, su calidad, frescura, sostenibilidad, trazabilidad y seguridad alimentaria respecto a los limones extracomunitarios.
Sobre AILIMPO
AILIMPO es una interprofesional española, con sede en Murcia, oficialmente reconocida por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Comisión Europea, que representa los intereses económicos de productores, cooperativas, exportadores e industriales de limón y pomelo. Un sector en el que España es líder mundial de exportación en fresco y se sitúa en el segundo lugar como país procesador, facturando 700 millones de euros anuales, generando 20.000 empleos directos y transfiriendo más de 250 millones de euros a las industrias auxiliares.