La tormenta de pedrisco y agua de la tarde del miércoles dañó 13.381 hectáreas de la Plana de Lleida, principalmente en las comarcas del Segrià, el Urgell, la Segarra y les Garrigues. Los mayores perjuicios se produjeron en las fincas de fruta dulce a punto de recolectar, seguidas de cereales de invierno como la cebada, en cosecha o a punto de cosecharse.
La tormenta dejó lluvias muy intensas y granizo de tamaño muy variable, según la zona, pero de dimensiones considerables (desde 1 centímetro de diámetro hasta 2,5 en la mayor parte del territorio y, en algún caso excepcional, de hasta 4 centímetros), ha informado la Conselleria d’Agricultura de la Generalitat este jueves en un comunicado.
Las especies más afectadas de fruta son la nectarina y pera, de piel más sensible, seguidas del resto de fruta, con afectaciones de alrededor del 40% y pudiendo llegar en las zonas más afectadas hasta el 100%.
La Conselleria de Agricultura catalana ha apuntado también que las numerosas lluvias que se han ido produciendo esta primavera han provocado pérdidas muy importantes en el cultivo de la cereza, minoritario en superficie.
En zonas tempranas ya tuvieron pérdidas del 70 el 90% de la producción, y estas lluvias afectarán a variedades y zonas más tardías de producción, con lo cual quedará una campaña con pérdidas elevadas generalizadas de más del 50% y hasta 80%.
En Castilla y León, se produjeron varios episodios de tormentas con muchísima agua envuelta con granizo que han incidido significativamente en las comarcas de Arlanzón, Pisuerga y Ribera, de la provincia de Burgos. En Valladolid se ha visto afectada la comarca de Tierra de Campos; en Segovia la comarca de Sepúlveda y en Zamora las comarcas de Benavente y Campos Pan. Cereales, cultivos forrajeros, leguminosas y oleaginosas han sido los cultivos más afectados.
En un momento en el que las previsiones meteorológicas apuntan a que la inestabilidad continuará hasta, al menos, la llegada del fin de semana.