El impacto del COVID-19 ha acelerado y consolidado ciertas tendencias de consumo que ya se estaban produciendo. Por ejemplo, hoy no percibimos la salud de la misma manera, ni nuestras rutinas son iguales, como tampoco lo son nuestras preferencias o formas de consumo.
En un momento de incertidumbre y transición, todo indica que el contexto en el que vamos a tener que trabajar durante 2022 no será muy diferente al que tenemos hoy. Esto es, una realidad que cambia a un ritmo vertiginoso, que nos obliga a movernos en un escenario extremadamente volátil y en el que es muy difícil predecir qué puede ocurrir.
En este contexto, las empresas del sector agroalimentario vamos a tener que mantener ese esfuerzo extra que venimos realizando desde hace meses, extremando la atención por el cuidado y bienestar de nuestros empleados, y buscando nuevas formas y procesos de trabajo que nos permitan ser más flexibles y estar mejor preparados.
Desde el punto de vista sociológico, la nueva realidad que vivimos ha llevado al consumidor a pasar más tiempo en casa y, por tanto, a tener más tiempo también para cocinar y elaborar sus propios menús. Esto, unido a la cada vez mayor preocupación por la salud, ha favorecido que la cesta de la compra se llene de productos más saludables, como vegetales y frutas.
Por eso, desde Agromediterránea trabajamos para ofrecer nuevas variedades, texturas y colores que puedan hacer de la dieta saludable algo divertido y variado, como el calabacín amarillo, y contamos con un amplio surtido de hortalizas bio. Además, también introducimos nuevos formatos mini, contribuyendo así a la reducción del desperdicio alimentario. Y ofrecemos cada vez más opciones de envase y embalaje sostenible a nuestros clientes, buscando eliminar el plástico allí donde es posible y que el packaging se pueda tirar al contenedor orgánico.
Nos movemos en un escenario extremadamente volátil y en el que es muy difícil predecir qué puede ocurrir
Pero, además, nuestros retos no solo están en responder a las nuevas demandas del consumidor y en cómo nos adaptamos a sus gustos y necesidades. Actualmente, todo el sector vive un momento crítico marcado por unos costes de producción cada vez más elevados en todo el mundo. Hablamos de energía, de combustible, de agua, de fertilizantes o de determinadas materias primas. Frente a esta situación, la búsqueda de la eficiencia, la sostenibilidad y la mejora continua en nuestros procesos y operaciones son claves para el éxito en esta etapa de transición hacia ese futuro post-COVID.
En este sentido, en Agromediterránea contamos con una central de compras y pertenecemos a un grupo multinacional como es Foodiverse, con sedes en cuatro países y un equipo de 2.500 empleados, lo que nos permite aunar sinergias y sortear obstáculos de forma global, aportando a nuestros clientes siempre la máxima garantía en cuanto a calidad y servicio. Asimismo, recientemente, hemos lanzado nuestro Plan Estratégico 2022-2025, cuyo objetivo es consolidarnos como referencia en el mundo agrícola por nuestra calidad, innovación y sostenibilidad.
Por eso, a pesar de los desafíos que nos plantea, somos optimistas respecto al escenario venidero. Llevamos 25 años cultivando los mejores vegetales al pie del Mediterráneo y contamos con el mejor equipo para transformar este período de crisis en una gran oportunidad de éxito y crecimiento para todos.
Descubre este y otros contenidos en nuestra última edición: